Contenido:
1. Introducción
Franz Kafka,
doctor en leyes, funcionario de seguros y extraordinario escritor dejó para la
posteridad una obra inquietante, en gran parte inconclusa y llena de matices
enigmáticos. Los textos que Kafka dio por terminados abarcan unas 350 páginas,
pero además, Franz Kafka dejó unas 3400 páginas de anotaciones de diarios y
fragmentos literarios, entre ellos tres novelas incompletas. Conforme a las
disposiciones testamentarias que dejó a su amigo Max Brod, todos esos
manuscritos debían ser destruidos; el mismo destruyo gran parte de ellos que no
podemos determinar con precisión. Brod en cambio no hizo caso de las
indicaciones de Kafka, sino que por el contrario publicó su legado hasta donde
pudo reunirlo. También se publicaron casi en su integridad las alrededor de
1500 cartas suyas que se han conservado.[1]
El texto que nos
disponemos a analizar desde un punto de vista hermenéutico es Das Urteil traducida al español como La condena que en un principio llevaba
el subtítulo: para señorita Felice B. Una
historia que escribió Franz Kafka de un tirón en la noche del 22 al 23 de
setiembre de 1912, desde las diez de la noche a las seis de la mañana.[2] Podemos
decir que esta es la noche del nacimiento de Kafka como literato. Kafka define
el nacimiento de esta obra como un auténtico parto:
Con
ocasión de la corrección de La condena
anoto todas las relaciones que me saltan a la vista en esta historia, tal como
la tengo presente. Esto resulta necesario, puesto que esta narración ha salido
de mí como un auténtico parto, recubierta de mucosidades y de suciedad, y tan
solo yo puedo, con mi mano, penetrar hasta el cuerpo y tengo ganas de hacerlo[3]
La estructura de
la obra la podemos dividir en cuatro partes principales:
·
La entrada en el relato, donde el
narrador nos comenta que es domingo por la mañana y que es primavera. El
protagonista ha escrito una carta a un
amigo que está en el extranjero. Es un narrador en tercera persona todo el
primer párrafo, a partir de este primer párrafo y hasta que Georg es expulsado
por su padre de la habitación tras la condena a muerte, el punto de vista será
el de Georg, es decir en primera persona, estilo indirecto libre y de una
manera subjetiva, es decir, como Georg percibe las cosas. Al final se recupera
el narrador en tercera persona para mostrar el desenlace de la historia, el
punto de vista del narrador anónimo es muy objetivo con las cosas que pasan o
lo que piensa Georg. En esta primera parte Georg piensa en su amigo emigrado a
San Petersburgo, en las cartas que le ha escrito ocultándole por ejemplo su
enlace con Frieda Brandefeld entre otras cosas. También piensa en la discusión
con su prometida a raíz precisamente de haber ocultado a su amigo el compromiso
con ella y como al final accede a escribir al amigo contándoselo todo por las
presiones de su prometida.
·
Una segunda parte en que Georg va al
cuarto de su padre con intención de informarle sobre la carta que ha escrito a
su amigo.
·
Una tercera la discusión de Georg con su padre.
·
Una cuarta y última sería: veredicto,
condena y muerte de Georg.
Tomando
como referencia estas cuatro partes me propongo analizar hermenéuticamente el
texto de Franz Kafka y responder en la medida de lo posible las preguntas que
me surgen tras la lectura del texto.
Las preguntas
que me surgen en primera instancia serían:
·
¿Por
qué para el narrador hay hechos que son sorprendentes e inusuales?
Por ejemplo: se nos
dice que el negocio desde que no está el padre ha ido mejor y utiliza el
adverbio “inesperadamente”. También cuando nos dice que el amigo se interesa
por los detalles de un compromiso sobre la que Georg le había escrito
diciéndole que eran personas que el amigo no conocía, aunque los detalles que
relataba eran los de la relación del propio Georg, y relata “inexplicablemente empezó a interesarse
por ese acontecimiento”.
·
¿Por
qué hay tantas contradicciones en el texto?
Por ejemplo: el texto
dice que el amigo no le van bien las cosas en San Petersburgo, pero dice el
texto que este le escribe una carta a Georg diciéndole que se vaya a San Petersburgo
pues hay muchas oportunidades comerciales; o bien dice que Georg y su padre
comen todos los días juntos, trabajan juntos y por la noche pasan un rato
juntos en el salón antes de acostarse y sin embargo se sorprende del aspecto
que tiene su padre en el cuarto ese domingo por la mañana, que lo ve débil,
demacrado, indefenso y sucio, cuando unas líneas antes nos dice que es un
hombre fuerte, enérgico en su trabajo y cuidadoso de su aspecto.
·
¿De
qué se siente culpable Georg?
·
¿Por
qué el veredicto es culpable y por qué la condena a muerte?
Estas preguntas
principales generan otras preguntas, espero y deseo, como diría Peter Szondi,
que el mismo texto que me ha generado las preguntas me de las respuestas a
dichas preguntas.
2. Primera parte
El relato comienza ofreciéndonos
unas imágenes idílicas que crean un horizonte de expectativas en el lector,
este horizonte de expectativas será totalmente aniquilado a medida que avanza
el relato.
Unas de las contradicciones primeras que
encontramos en el texto es la referente
al negocio de amigo de Georg en San Petersburgo, nos dice el narrador al
principio del relato:
Tenía
una tienda [el amigo de Georg] en
San Petersburgo, que al principio había ido bien pero que últimamente dejaba
bastante que desear, según se desprendía de los comentarios de su amigo, que,
en sus visitas cada vez menos frecuentes se quejaba sin parar.[4]
Como vemos nos dice que el negocio “al
parecer” no le va bien al amigo de Georg, esto contrasta con:
Anteriormente,
quizá por última vez en su carta de pésame [es decir, el amigo varias veces], había tratado de persuadir a
Georg para que fuera a Rusia y le había descrito minuciosamente las
posibilidades comerciales que ofrecía San Petersburgo.[5]
¿Sí al amigo le iban mal las cosas
para qué intenta persuadir a Georg de que vaya a Rusia a montar un negocio? Nos
surgen dos respuestas: primera, no le van tan mal las cosas al amigo y segunda,
Georg que es el que nos está mostrando su punto de vista del asunto nos está
mintiendo. Es evidente que parece más un deseo por parte de Georg de que al
amigo le vayan mal las cosas que una realidad, de ahí también podemos deducir
algunos comentarios como el que hace a la novia cuando esta le dice que el
amigo tiene que venir a la boda y Georg le contesta:
–No
quisiera molestarlo –explicaba Georg–; probablemente vendría, al menos así lo
creo; pero se sentiría obligado, y tal vez me tendría envidia; desde luego, se sentiría descontento y sin poder
hacer nada para remediarlo, y luego debería volver solo a Rusia. Solo,
¿comprendes?[6]
Aquí aparece de nuevo como cree él que se sentirá su
amigo y que sentirá, “envidia”. Parece que el “solo” dicho en este párrafo dos
veces es de nuevo más un deseo de Georg de estar él el solo y que la “envidia”
la siente él por la independencia de su amigo, y no como él que vive en la casa
de su padre.
Avanzamos en la historia y la novia de Georg insiste
en que el amigo tiene que saber lo de su compromiso de bodas, que incluso lo
amenaza con romper el compromiso si no se lo comunica. Es como sí ella notara
que Georg se avergüenza de ella, como sí ella nada más fuera un instrumento, el
vehículo que necesita Georg para llevar a cabo algún plan. Entonces es cuando
decide escribir la carta contándole la verdad al amigo y Georg reconoce que
estaba utilizando una máscara en la comunicación con su amigo: “Yo soy así
–pensó–; no tiene sentido crear una imagen de mí que parezca más apropiada que
yo mismo para su amistad”.
En las anteriores cartas que había escrito Georg a
su amigo no le había explicado la verdad, según él, por no resultar vanidoso.
Pero se extraña que el amigo le pida detalles de la relación de esa pareja de
extraños que él le relata y utiliza el adverbio “inexplicablemente” también
como mostrando sorpresa por el interés que muestra su amigo por alguien que no
conoce. Más adelante veremos que es porque el amigo estaba informado de todo
por el padre de Georg.
3. Segunda parte
Con
la carta en el bolsillo sale Georg de su habitación y se va a ver a su padre al
cuarto de este.
Georg
cuando entra en el cuarto del padre se sorprende “que este tan oscuro” el
cuarto, parece que aquí el narrador juega con la oscuridad, como advirtiéndonos
que hay algo oculto, como una traición y por lo que iremos descubriendo la hay
en menor o mayor medida por parte de los dos, es decir, tanto por parte del
padre como por parte de Georg.
El
padre está leyendo “a oscuras”, es decir, simulando que lee como confesará más
tarde a Georg:
¿Crees
que leo los periódicos? ¡Mira! – y le arrojó un diario que había llevado
consigo a la cama.
Era
un diario viejo, de nombre totalmente desconocido para Georg.[7]
Continúa
el narrador y nos dice que “sobre la mesa estaban los restos del desayuno, que
casi no había probado”. Aquí empezamos a dilucidar una de las cuestiones
principales de la obra y es la voluntad de poder de Georg, lo que en términos freudianos
diríamos el deseo de castración y muerte simbólica del padre por parte del
hijo, es decir, destronar al padre.
Georg
le comenta a su padre que ha decidido escribir a su amigo de San Petersburgo
anunciándole su compromiso con Frieda Brandenfeld, le dice que en un principio
había pensado en no decirle nada sobre su compromiso por no añadir más dolor a
su situación, pues el amigo se encuentra solo y enfermo en San Petersburgo y la
noticia del compromiso de Georg, según este, podría parecer que le echaba en
cara su felicidad. “¿Ahora has cambiado de idea?” Le dice el padre, a lo que Georg le contesta
que “si es realmente amigo mío la alegría de mi compromiso ha de ser también
una alegría para él”, es decir hay dudas de que sea su amigo. Hasta aquí Georg
ha tenido varios pensamientos sobre su padre del tipo: “Mi padre es un gran
hombre”, “en el trabajo es otro hombre; que imponente resulta aquí sentado, con
los brazos cruzados sobre el pecho”. Pero a partir de aquí, que el padre
empieza a recriminarlo y Georg lo primero que piensa es que tiene la boca “desdentada”,
signo de ancianidad y también como los niños pequeños.
El
padre le dice que le diga toda la verdad y que no quiere sacar asuntos turbios
y desagradables. Pero empieza a enumerarlos, le habla que en el trabajo hay
muchas cosas de las que no está informado, es decir, piensa que Georg no se lo
cuenta todo, que hay una desconfianza de este hacia él. A continuación el padre
le comenta lo de la muerte de la madre y le dice que para él ha sido mucho más
duro que para Georg. ¿La muerte de una madre más importante para su marido que
para su hijo? Está acusando a Georg de no tener buenos sentimientos.
Seguidamente le dice el padre: “te ruego no me engañes” […] ¿Existe realmente
ese amigo tuyo en San Petersburgo?”[8]
Georg desconcertado decide cambiar de tema. Parece aparcar de momento el tema
del amigo y comienza a tratar a su padre
como un niño o como un anciano senil que ha perdido sus facultades de razonar,
según se vea y todos estos movimientos son claves en el veredicto final del
padre de Georg como juez:
¿Sabes
lo que pienso? [dice Georg] Que no
te cuidas lo suficiente. La edad exige ciertos cuidados. Eres imprescindible en
el trabajo [lo está engañando, pues
anteriormente nos ha dicho el narrador que los negocios habían mejorado desde
que su padre no estaba tan pendiente de ellos, es cierto que nos dice han mejorado
“inesperadamente”. Sabemos que la visión del narrador es la de Georg][9],
lo sabes perfectamente; pero si el trabajo es perjudicial para tu salud, mañana
mismo cerramos. Y eso no nos conviene [se
contradice primero la salud, dice, y a reglón seguido no se puede permitir
cerrar el negocio] No puedes seguir viviendo así. Has de modificar ciertos
hábitos [parece un padre riñendo a un
hijo]. […] Apenas pruebas el desayuno, en vez de alimentarte como es debido
[reprimenda del que ostenta el poder,
del que sabe lo que te conviene y lo que no, como hemos dicho igual que un
padre con un hijo menor]. […] ¡No, padre! [continúa increpándolo] Llamaré al médico, y seguiremos sus
indicaciones [se quiere ayudar de una
autoridad para dar su golpe de estado]. Cambiaremos de habitación: pasaras
al cuarto de delante, y yo a este [es
decir el simbólicamente coge el trono y pasa a ser el cabeza de familia].
[…] Ven, te ayudaré a desvestirte [cómo
a un niño]. O si prefieres ir ya a la habitación delantera, puedes
acostarte en mi cama. Sería lo más sensato [es decir ocupar el lugar que le corresponde según Georg y aceptar que
ya no es el rey].[10]
Vemos la estrategia de Georg para desacreditar
al padre, quizás ya lo había empezado hacer delante del personal del negocio de
ahí el comentario del padre de que le ocultaban cosas en el trabajo. Georg continúa
con su estrategia de minusvalorar a su
padre:
Georg
había hecho sentar nuevamente a su padre y le había quitado con sumo cuidado
los pantalones de lana que llevaba encima de los calzoncillos, así como los
calcetines. Al ver la escasa pulcritud dela ropa interior, se reprochó su
descuido. Era su deber cuidar que su padre dispusiera de ropa interior limpia [igual que la de un padre con su hijo].
[…]
Llevó al padre hasta la cama. Sintió una gran angustia al notar durante el
trayecto hasta la cama del padre jugaba con la cadena del reloj que cruzaba su
pecho. Ni siquiera podía acostarlo, tan firmemente se había aferrado a la
cadena [tiene el padre más fuerza de lo
que Georg cree].
Pero
cuando el anciano se acostó, todo pareció de nuevo en orden. Él mismo se cubrió
y se subió las mantas más arriba de los hombros, lo que era insólito en él [sí Georg sabe que es “insólito” que se
cubra los hombros es porque ha visto a su padre más veces en su cama ¿espía
Georg a su padre cuando duerme?].[11]
El
padre de Georg, ve toda esta estrategia para desacreditarlo, para usurpar su
lugar en los negocios y en su casa:
–
¿Estoy bien tapado? – preguntó el padre, como si no pudiera ver si tenía los
pies arropados.
–
¿Te sientes mejor en la cama? – dijo Georg, y le arropó con cuidado.
–
¿Estoy bien tapado? – preguntó nuevamente el padre; sumamente interesado en la
respuesta.
– No te preocupes, estás bien
tapado.
– ¡No! – exclamó el padre el
padre bruscamente.
Apartó las mantas con tal fuerza
que cayeron al suelo y sed puso de pie en la cama, apoyándose con una mano en el
techo [queda Georg prácticamente a los
pies de su padre, no olvidemos que Georg está inclinado sobre la cama].
–
Quisieras cubrirme, bien que lo sé [se
puede interpretar esta afirmación del padre de dos maneras y las dos dejan en
mal lugar a Georg, una simplemente sería pasar por encima del padre, es decir
relegarlo a estar por debajo de él y otra seria desear su muerte y cubrir su
cuerpo con un ataúd y tierra encima de este. No olvidemos tampoco, que cuando
se produce fallecimiento, lo primero que se hace en el rito judío es cubrir
completamente el cuerpo]; pero todavía no estoy acabado [dice el padre]. Y aunque sean mis
últimas fuerzas para ti son suficientes, demasiadas casi.[12]
La
postura superior que adopta el padre encima de la cama y estas últimas palabras
que acaba de pronunciar marca el comienzo del juicio que el padre hará a Georg.
Paralelamente a este episodio de la cama Georg ha intentado que el padre
recordara a su amigo de San Petersburgo, en el siguiente apartado analizaremos
esta conversación paralélela que han llevado Georg y su padre y que va a
desembocar al mismo punto del párrafo anteriormente estudiado.
4. Tercera parte
Como habíamos visto Georg entra en la
habitación del padre con intención de decirle que acababa a escribir a su amigo
de San Petersburgo anunciándole su compromiso de boda, pero antes de mandar la
carta quiere saber la opinión de su padre sobre el asunto. Su padre le dice que
no lo engañe, que le diga la verdad y sí es cierto que tiene un amigo en San
Petersburgo.
– Georg
– dijo el padre en voz baja, sin moverse.
Georg
se arrodilló junto a su padre; al mirar su fatigado rostro vio que le estaba
mirando de reojo.
– No
tienes ningún amigo en San Petersburgo.
Siempre
has sido un bromista y esta es otra de tus bromas. ¿Cómo podrías tener un amigo
allí? No puedo creerlo [parece que el
padre usa un tono irónico para provocar la reacción del hijo, pero este no
parece entrar en el juego del padre].
–
Intenta recordar – dijo Georg, […] pronto hará tres años que mi amigo vino a
visitarnos. Tú no le tenías mucha simpatía. En dos ocasiones te oculte su
presencia [¿le oculto su presencia por
qué no le caía bien al padre o por qué Georg tenia celos del amigo? Más
adelante espero aclararlo todo], mientras estaba conmigo en mi habitación. Tu
antipatía hacia él no era sorprendente, ya que mi amigo es bastante raro [vuelve a parecer más el deseo, la voluntad
de Georg de que su amigo tenga defectos que la realidad. Recordemos que el texto refleja la mirada subjetiva de
Georg]. Pero luego te llevaste bien con él [tan bien que a partir de ahí Georg y su amigo enfriaron su relación y
empezaron a distanciarse].[13]
Y en este punto retomamos el final
del apartado anterior, es decir en el inicio del juicio a Georg por parte de su
padre.
El padre está de pie en la cama,
por debajo está Georg, como el reo enfrente del juez este en una tarima y el
otro a ras de suelo.
Dice el padre:
Conozco
muy bien a tu amigo. Habría sido como un hijo para mí [cosa que Georg sospechaba o sabía y no podía soportar y por ello el
distanciamiento]. Por eso mismo tú lo traicionaste, año tras año. ¿Por qué
si no? ¿Crees que no lloré nunca por él? [por
el mal comportamiento de su propio hijo] Por eso te encierras en el
despacho, […] para escribir tus falsas cartas a Rusia. Pero un padre sabe leer
los pensamientos de un hijo [el padre ha
adivinado todos los planes del hijo y se dispone a condenarlo por ello].[14]
Añade el padre a la acusación el
hecho de que quiera casarse para hundir aún más la moral del amigo, que
posiblemente, no puede reunir el suficiente dinero para poderse casar él.
Acusa a Georg de oportunista de
casarse con la primera que le ha dicho que sí para así abandonar a su padre y
humillar a la vez al amigo que él sabe amado por sus padres:
–
Escúchame – grito el padre.
[…] –
Ella se levantó las faldas – dijo el padre con voz estridente –, ella se
levantó las faldas así, la muy guarra. Ella se levantó las faldas y tú cediste;
y parta gozar con ella mancillaste la memoria de tu madre, traicionaste a tu
amigo y tendiste en el lecho a tu padre para que no pudiera moverse. Pero ya
ves que aún puede moverse.[15]
Este párrafo muestra la síntesis de
los delitos de los que es acusado Georg.
El padre continúa con su alegato
acusatorio y aclarando la situación sobrevenida por el comportamiento de su
hijo hacia su amigo, hacia él y hacia la madre de Georg:
– ¡Pero
tu amigo no fue traicionado! – exclamó el padre, señalándole con el índice [dedo acusador de la ley] –. ¡Yo era su
representante aquí![16]
Se indigna Georg al sentirse
traicionado por su padre, pero también se da cuenta que han descubierto su
juego, su plan digámosle “maquiavélico” de tener el control de todo: negocio,
casa y su vida. Esto último es una cuestión también central, pues el padre de
Georg ejerce sobre la vida de este una influencia capital desde el terreno
económico como desde un punto de vista Psicológico.
Georg se siente traicionado y
descubierto, exclama:
– ¡Farsante!
– Exclamó Georg sin poder evitarlo; comprendió su error demasiado tarde; se
mordió la lengua, con los ojos desorbitados y las rodillas temblorosas [como cuando un acusado presiente que lo van
a condenar].[17]
El padre sigue con su alegato, ahora como perjudicado por el “mal
comportamiento de su hijo”, se justifica:
– ¡Sí,
claro que representé una farsa! ¡Una farsa! ¡Adecuada palabra! ¿Qué otro
consuelo le quedaba al pobre padre viudo? Dime y trata de ser, por lo menos al
contestarme, lo que alguna vez fuiste,
mi verdadero hijo: ¿qué podía hacer, en mi cuarto del fondo, acosado por
empleados desleales, viejo y decrepito? Y mi hijo se paseaba jubilosamente por
el mundo, cerraba operaciones que yo había previamente preparado, se pavoneaba
y se presentaba ante su padre con una expresión de hombre importante. ¿Crees
que yo no te habría querido, si no te hubieras empeñado en alejarte?[18]
Aquí vemos claramente lo que Freud
llama la castración simbólica del padre por parte del hijo. En su caso Georg va
apartando a su padre del primer plano e incluso podríamos decir que lo
desacredita delante de los empleados y al igual que un padre más preocupado por
sus negocios que por su hijo, al que le dice siempre “que no tiene tiempo”,
“que está muy ocupado” se va distanciando de su hijo, Georg lo hace con su
padre.
En este punto Georg descubierto,
desarmado y sin escapatoria se encomienda al hecho fortuito –como un niño
incapaz de afrontar la realidad– como medio de liberación de su problema:
‹‹Ahora
se inclinará hacia delante – pensó Georg –;
si se cayera y se rompiera la
crisma…›› […] El padre se inclinó hacia delante pero no se cayó. Al ver que
Georg no se acercaba, como había esperado volvió a erguirse [el padre espera un último gesto de Georg
para poder perdonarlo y Georg no lo hace].
–
Quédate donde estás; no te necesito. Piensas que todavía tienes fuerza
suficiente para acercarte y te quedas ahí solo porque así lo deseas. Te
equivocas. Yo sigo siendo el más fuerte [por
ello lo puede condenar, tiene el poder].
Ahora
el padre se retrotrae a cuando la madre de Georg estaba viva y al conflicto
surgido entre Georg y su amigo:
Yo solo
tal vez hubiera tenido que hacerme a un lado; pero tu madre me transmitió hasta
tal punto su fuerza, que establecí una estrecha relación con tu amigo, y tengo
metidos a todos tus clientes en el
bolsillo.[19]
Por estas palabras podemos deducir
que los padres de Georg desde un principio apreciaron que la conducta de su
hijo hacia su amigo y posiblemente hacia ellos no era la más correcta y dejaba
ver el deseo de arrinconar a sus padres y torpedear toda ayuda de sus padres
hacia un posible regreso a Praga por parte de su amigo desde San Petersburgo.
Por el desarrollo de la historia que hemos visto los padres de Georg conocen al
amigo tres años antes de este domingo de primavera que se está desarrollando
este “juicio”. Ven que el amigo está solo en San Petersburgo, posiblemente
aunque el negocio no le va mal del todo el regresaría a Praga pues allí se
siente muy solo y es un emigrante, regresaría a Praga para estar más cerca de
sus amigos y conocidos, pero necesita una ayuda pues sería prácticamente volver
a empezar de cero. Por ello espera el ofrecimiento de ayuda por parte de Georg,
cosa que no sucede y es cuando los padres de Georg se sienten avergonzados del
comportamiento de su hijo y deciden ser ellos los que allanen el camino de
regreso del amigo a Praga.
La última frase de la cita nos dice
que Georg no tiene nada pues “sus clientes” los tiene el padre en “su bolsillo”
dispuestos para cedérselos a su amigo cuando regrese de San Petersburgo.
Una vez aclarado por parte del
padre que Georg no tiene nada, el padre arremete contra la novia de Georg, a la
que el juzga interesada en el dinero y
la posición de Georg y a la vez de haber sido un objeto de este para la
maquinación de su plan: “¡Atrévete a presentarte ante mí con tu novia! ¡La
arrancaré de tu lado, ya lo veras!”[20]
Georg no contesta no hace ningún
intento de defenderla ni justificarse. “Quien calla otorga”.
5.
Cuarta parte
Una vez presentado todos los cargos
contra Georg, el padre se decide a emitir el veredicto y la condena en su
alegato final:
– ¡Qué
gracia me has hecho al preguntarme si podías anunciar tu compromiso a tu amigo!
¡Él ya lo sabe todo, estúpido! Yo le escribí, porque te olvidaste de quitarme
el papel y la pluma [lo está acusando de
quitárselo todo o al menos de haberlo intentado]. Por eso no viene desde
hace tantos años, porque sabe todo lo que ocurre mejor que tú; con una mana
rompe tus cartas sin leerlas, mientras con la otra abre las mías [por eso el amigo le preguntaba por los
detalles la relación que Georg le había comentado en sus cartas, para
contrastar lo que le decía Georg por un lado y el padre de este por otro, es
decir sí que leía las cartas de Georg, aunque solo fuera para comprobar su
traición y sus mentiras].
[…] –
Hace años que espero que vengas a preguntármelo [el padre esperaba que Georg se diera cuenta que el padre seguía
teniendo relación, aunque fuera epistolar con el amigo]. ¿Crees que me
importa alguna cosa en el mundo?
[…] –
¡Cuánto tiempo has tardado en abrir los ojos! Tu madre murió antes de poder ver
ese momento gozoso [de ser puesto todos
los hechos sobre la mesa y de ver el castigo que se le va infringir a Georg por
su proceder tanto con su amigo, como con ellos los padres]; tu amigo está
muriéndose en Rusia, hace tres años ya estaba amarillo como un cadáver, y yo ya
ves cómo estoy.
–
Entonces, ¿me has estado espiando todo el tiempo? – exclamó Georg.
Apenado
[fracasado en el proyecto de hacer que
su hijo ante todo sea una persona de valores y no un egoísta sin escrúpulos],
como sin darle importancia, el padre dijo:
–
Seguro que hace mucho que querías decirme eso.
Pero ya
no importa.
Y luego
añadió con más energía:
– Ahora
sabes que hay otras cosas en el mundo, porque hasta ahora solo te has
preocupado de las tuyas. Eras un niño inocente, pero es cierto que también has
sido un ser diabólico. Por lo tanto, te condeno a morir ahogado.[21]
El veredicto del padre [juez] hacia Georg es: culpable de no cumplir el cuarto mandamiento
con sus padres, de haber pecado de Soberbia y Envidia hacia su amigo y de
Lujuria con la novia. Siendo todo estos pecados Capitales, el Padre [juez] lo condena a muerte.
Georg sale corriendo a cumplir con su condena y tras
de sí sintió el ruido de su padre que se deja caer en la cama, es evidente que
el padre muere tras el esfuerzo que ha hecho para condenar a su hijo:
– ¡Dios
mío! – gritó la mujer [la criada que
entraba al cuarto del padre a limpiar] tapándose la cara con el delantal; pero Georg
ya había desaparecido.
Salió
corriendo y cruzó la calle hacia el agua [Símbolo
de la vida y de limpieza. Con el agua pretende Georg limpiar su culpa. En todas
las religiones el agua limpia las culpas; en unas mediante el bautismo se
limpia el pecado original, ese mismo
bautismo que es la adhesión a una comunidad religiosa, en otras es símbolo del
paso de la niñez a la edad adulta como en el judaísmo es el Bar Mitzvá[22]
. También entre los judíos existe el baño de
purificación Mikvé[23]]. Ya estaba aferrado a la baranda
[…] La soltó limpiamente, como correspondía al atleta que para orgullo de sus
padres había sido de joven [a los que de
adulto decepcionó]. Se sostuvo un instante, con las manos temblorosas;
acechó entre los barrotes de la baranda la llegada de un autobús, cuyo ruido
ahogaría el de su caída [quiere que todo
pase como inadvertido, silenciosamente, que su muerte no se note, como intentando
que desde su muerte la vida que ha tenido también se silencie, como sí sintiera vergüenza de su vida];
exclamó con voz baja: ‹‹Queridos padres, a pesar de todo, siempre os he
amado››, y se dejó caer.
En ese
momento una larga fila de vehículos pasaba por el puente [la vida continua, no se para].[24]
El complejo de inferioridad, el
deseo no cumplido de una buena relación con el padre y su sentimiento entre
culpa y vergüenza, pudiera ser la clave del porqué Georg se sometió sin
condiciones a la sentencia. Es paradójico por ello que el deseo Georg de
conseguir el poder pasaba por la muerte de su padre y que este muera después de
dictar sentencia sin que lo sepa este, si Georg no hubiese cumplido con premura
la sentencia habría alcanzado sus deseos.
6. Conclusión
Lo que hemos ido descubriendo en el
relato es el deseo frustrado de Georg por alcanzar el
poder, deseo y voluntad de poder que nos dicen W. Benjamin y Theodor W.
Adorno que están siempre presentes en los relatos de Franz Kafka. Por eso más
que mostrar la realidad de la situación de su amigo o de su padre lo que
refleja es su deseo de cómo deberían de ir las cosas.
El relato, nos muestra también el
temor en cierta forma lo que él se imagina
que podría pasar en el peor de los casos lejos de su padre –aunque él
por el poder o por celos haya hecho lo posible por mantener a su amigo alejado
de Praga– y es que podría llegar incluso a enfermar como el amigo o fracasar en
un negocio empezado de cero por él. Otra opción que maneja para poder conseguir
su propósito final es el matrimonio con Frieda Brandenfeld, obteniendo una
victoria social como también la posibilidad de tener hijos y así por un lado la
honorabilidad de ser padre, por otro la posibilidad de perdurar en el tiempo
mediante sus hijos y una independencia de su padre. Pero ante el rechazo
frontal esta relación por parte de su
padre y el más que seguro nulo apoyo económico al matrimonio que pudiera surgir
de ella, hace solo le quede la opción, la esperanza de la muerte del padre o la
incapacitación de este y con ello la herencia del negocio y la independencia
total de su padre. Estos pensamientos, estos deseos de muerte hacia su padre,
son descubiertos por el propio padre, que además sabe del mal comportamiento de
su hijo con el amigo y posiblemente con su madre, de ahí el llamarlo “ser
diabólico”[25]
y el condenarlo a muerte. Georg que reconoce su culpa acepta morir, en un gesto
de arrepentimiento y remisión de la culpa y dándose cuenta de que no ha actuado
bien, que la ambición lo ha corrompido y dice a modo de despedida del mundo:
“Queridos padres, a pesar de todo, siempre os he amado”,[26] y
se deja caer desde el puente al rio. Esta caída también es simbólica, es el
reflejo de su hundimiento como ser humano por la pérdida de valores y la falta
al cuarto mandamiento como hemos comentado más arriba.
Todo este pequeño resumen de la obra que acabamos de
hacer no es más que el retrato de la relación de Franz Kafka con su padre eje
central de su vida, cuando digo eje
central me refiero a que esta relación condiciona todos los aspectos de la vida
de Franz Kafka, desde el literario, el laboral, los estudios de derecho, la
relación con su familia hasta las relaciones con las mujeres y su intención de
contraer matrimonio con alguna de ellas. Todas estas circunstancias las encontramos
anotadas en lo que podríamos llamar su “autobiografía” que es Carta al padre[27]
, en ella Kafka relata episodios de su vida que encontramos reflejados
claramente en la Condena.
Podemos pensar por analogía que el personaje del
amigo está basado en su cuñado Karl Hermann, marido de la mayor de sus hermanas
Elli, al que los padres de Kafka dieron gran parte de la dote de su hija para
que fundara en 1911 la Prager Asbestwerke
Hermann & Co –la Co era Franz Kafka, al que los padres impusieron a
Hermann como socio aportando el resto del capital necesario para fundar la
empresa–, una fábrica que se dedicaba hacer material de aislamiento cuya
materia prima era el amianto. Kafka nunca estuvo interesado en la fábrica y eso
le trajo algún que otro encontronazo con sus padres y más en concreto con su
padre.[28]
La novia de la que en la obra no se dice mucho, solo
que obliga a Georg escribir la carta al amigo de San Petersburgo explicando el
compromiso y la futura boda entre ambos. Kafka dice que la obra se la dedica a
la que en ese momento es su “novia”, Felice Bauer, de hecho las iniciales del
nombre y apellido de la novia de Georg coinciden Frieda Brandenfel, también
Georg, dice Kafka en una carta a Felice, tiene tantas letras como Franz. En
esta carta Kafka explica todo estos detalles. También en su diario escribirá 11
de febrero de 1911:
Georg
tiene tantas
letras como Franz. En el apellido
Bendemann, mann [Mann en alemán
significa hombre, varón] solo es un refuerzo de Bende, de posibilidades
todavía desconocidas en la historia. En cuanto a Bende, tiene el mismo número de letras que Kafka, y la vocal e se
repite en los mismos lugares que la vocal a en Kafka.
Frieda tiene tantas letras como F [sic] y la misma inicial [juego de palabras entre el nombre de mujer
Frieda y la palabra Friede (paz), con
el nombre de mujer Felice (felicidad)]. El
apellido Brandenfel tiene la misma
inicial que B [sic]. Y a través de Feld también mantiene cierta relación
por su significado [en alemán, Feld significa ‹‹campo››, ‹‹cultivo›› y Bauer significa ‹‹campesino››][29]
En cuanto a relación que hemos visto reflejada en la
obra de Georg con su padre se podría extrapolar a la relación complicada de
Franz Kafka con su padre. Kafka escribe en la Carta al padre: “Lo que yo escribía trataba de ti, solo me lamentaba
allí de lo que no podía lamentarme reclinado en tu pecho”.[30]
También este texto está lleno de autoinculpaciones parecidas a la que siente
Georg al final del relato que hemos analizado.
Otro de los temas que trata en la Carta al padre es el de la emancipación
o independencia de su padre a través del
matrimonio, a pesar de que a Kafka la idea del matrimonio y tener hijos le
aterraba. Leemos en la Carta al Padre:
no
mostré clarividencia alguna en cuanto a la importancia y la posibilidad de un
matrimonio; ese terror, el mayor de mi vida hasta ahora, se apoderó de mí de un
modo casi completamente inesperado. […] Pero en realidad, los intentos de
contraer matrimonio fueron el más grandioso y esperanzador intento de salvación
[…] también el matrimonio me parecía algo impúdico.[31]
También
podemos encontrar referencia a cuando el padre de Georg dice que la novia “se
levantó las faldas” para conquistarlo, una similitud con una frase que le dice
el padre cuando Kafka le anunció su último proyecto matrimonial y que seguro le
había sentido comentar en alguna que otra conversación a lo largo de su vida y
no tiene por qué estar relacionada siempre con Kafka: “Probablemente se pensó
muy bien la blusa que se ponía, de eso entienden mucho las judías de Praga, y
acto seguido, tú decidiste naturalmente casarte con ella”.[32]
Pero sea como
sea, Kafka se independizó de su padre –aunque no económicamente, sí moralmente,
podemos hasta afirmar que se vengó de él– a través de su escritura. Por ello
refiriéndose al último párrafo de La
condena, Max Brod sostiene que
Kafka, con la última frase de la historia “una larga fila de Vehículos pasa por el puente”, pensó realmente en un fuerte orgasmo. Así se nos muestra una variante muy sorprendente y es que la condena
significa simbólicamente "el corte de cordón umbilical" de la casa de
sus padres y presenta esa “la larga fila”–que sería la corriente de la vida, es
decir la vida que continua, que no se para– como una nueva vida. El significado
simbólico de "el corte de cordón umbilical" se sostiene a lo largo de
la historia, a la mitad del relato nadie se imagina una posible muerte de Georg
y esta puede ser el alivio del desprendimiento de la casa de sus padres – por
parte de Kafka–. El salto del puente al río, al agua que corre y que desde la
antigüedad es un lugar simbólico relacionado con el renacimiento, de una nueva
vida, se funde igualmente con el presagio de la entrada en su vida de la mujer elegida
–Felice Bauer– Digamos pues que para F. Kafka este suicidio de Georg Bendemann
es como el ritual de su renacimiento.[33]
7. Bibliografía
Kafka,
F., (1983) Escritos de Franz Kafka sobre
sus escritos. Barcelona. Editorial Anagrama. Recopilados por Eric Heller y
Joachim Beug
Kafka,
F., (1988) La condena. Dentro de La Metamorfosis y otros relatos.
Barcelona. Ediciones Orbis, S.A. Trad. Julio Izquierdo
Martínez
Salazar, E. y Yelin J. (2013) Kafka en
las dos orillas. Zaragoza. Prensas de la Universidad de Zaragoza
Stach,
R., (2003) Kafka, los años de las
decisiones. Madrid. Siglo XXI de España Editores, S.A. Trad. Carlos Fortea
https://incientificasypsicoterapia.blogspot.com/2014/04/franz-kafka-carta-al-padre-y... https://es.wikipedia.org/wiki/La_condena_(novela)
https://www.fiestajudia.com/ceremonias/mikve.shtml
https://www.lakehile.com/tradiciones-y-rituales.html
https://www.fiestajudia.com/ceremonias/mikve.shtml
https://www.lakehile.com/tradiciones-y-rituales.html
[1] Reiner Stach,
(2003). Kafka. Los años de las
decisiones. Introducción, pp. 11-12. Madrid. Siglo XXI de España Editores,
S.A. Traducción de Carlos Fortea
[2] Franz Kafka,
(1983). Escritos de Franz Kafka sobre sus
escritos. Recopilados por Eric Heller y Joachim Beug, p.17. Barcelona.
Anagrama.
[3] Ibídem, p.20. Vid. Tagebücher 1910-1923. En: Franz Kafka, Gesammelte Werke. Edición de Max Brod. Frankfurt/ Main, 1964, p.
296
[4] Franz Kafka,
(1988). La condena, dentro de La metamorfosis y otros relatos, p. 103.
Barcelona. Ediciones Orbis, S.A.
[6] Ibídem, p.106
[7] Ibídem, p.116
[8] Ibídem, p. 110
[9] Vid: Ibídem, p. 105
[10] Ibídem, pp. 110-111
[11] Ibídem, pp. 112-113
[12] Ibídem, p. 113
[13] Ibídem, pp. 112-113
[14] Ibídem, p. 113
[16] Ibídem, p. 114
[17] Ibídem, p. 114
[19] Ibídem, p. 115
[21] Ibídem, pp. 116-117
[22] Vid: https://www.lakehile.com/tradiciones-y-rituales.html
[23] Vid: https://www.fiestajudia.com/ceremonias/mikve.shtml
[24] Franz Kafka,
(1988). La condena, dentro de La metamorfosis y otros relatos, op. cit. 117
[25] Ibídem, p. 117
[26] Ibídem, p. 117
[27] Franz Kafka,
[1919]. Carta al padre y otros escritos.
Extraída de Internet: https://incientificasypsicoterapia.blogspot.com/2014/04/franz-kafka-carta-al-padre-y.
[28] Reiner Stach,
(2003). Kafka. Los años de las
decisiones. op. cit. pp. 50-56;
160-161. Vid. también: Franz Kafka, [1919]. Carta
al padre y otros escritos. op. cit. p. 2
[29] Franz Kafka,
(1983). Escritos de Franz Kafka sobre sus
escritos .op.cit pp. 21 y 23. Vid.: Tagebücher
1910-1923. En: Franz Kafka, Gesammelte
Werke. Edición de Max Brod. Frankfurt/ Main, 1964, p. 296 y s. Vid.
También: Briefe an Felice. Edición de
Herich Heller y Jürgen Born. En: Franz Kafka, Gesammelte Werke. Edición ded Max Brod. Franckfurt/Main, 1967
[32] Ibídem, p. 25
[33] https://es.wikipedia.org/wiki/La_condena_(novela).Vid: Franz Kafka. 1983). Escritos de Franz Kafka sobre sus escritos.
Óp. cit. p. 18.También vid. Max Brod (1966), Uber Franz Kafka. Frankfurt/Main, p.114