domingo, 17 de diciembre de 2017

¿Qué es el Postmodernidad para Jean Braudillar?




Jean Baudrillard: Cultura y simulacro. (2016). [1978] Barcelona. Edit. Kairós. Traducción: Antoni Vicens y Pedro Rovira.


En su obra Cultura y simulacro, nos presenta una “realidad” diferida, que ya no existe socialmente, que no es realidad, sino un simulacro de esta, es decir fingir lo real. Este simulacro de lo real es lo que él llama hiperrealidad.
 Hay que diferenciar entre disimular que es  fingir no tener lo que se tiene y simular que es fingir tener lo que no se tiene, lo uno remite a una presencia (disimular), lo otro a una ausencia (simular). Claro que simular no es fingir, pues fingir deja, al igual que disimular, intacto el principio de realidad, con la que tiene una diferencia clara, pero enmascarada. La simulación cuestiona la diferencia de lo “verdadero” y lo “falso” de lo “real” y lo “imaginario” (pág. 14).
La sociedad actual capitalista, podríamos decir que es una sociedad decadente, donde la “La sociedad del espectáculo” como la llamó Guy Debor, ha triunfado. Baudrillard dice que en el mundo postmoderno no hay realidad, sino simulacro. Los Mass media crean su propia realidad, una realidad “mejorada” o acondicionada para servir de entretenimiento, de espectáculo para el público que se sitúa delante de los televisores prácticamente sin ninguna actitud crítica, a no cuestionar la información ni el mensaje que les llega. Este mensaje que emana del poder capitalista sirve para introducir la idea de que el consumo exagerado es beneficioso y necesario para alcanzar la felicidad, pero esto no crea más que sociedades insatisfechas de no poder ser como los personajes de sus series televisivas (guapos, con cuerpos perfectos, sonrisas Profiden y casas de ensueño) con los cuales se identifican. Esta estrategia publicitaria, narcotizante del público, consiste en bombardear con imágenes que impiden pensar en lo real, ofreciendo ese mundo hiperreal, ese glamur de la publicidad, espejo que nos devuelve nuestra imagen deformada, donde la moda acorta la vida de los objetos y crea clientes descontentos, porque los objetos que los rodea: ropa, electrodomésticos, etc. están pasados de moda. Moda que insiste en que hay que parecer más joven, tener más pelo, estar más moreno para alcanzar el éxito. Un mundo donde “la metafísica entera desaparece” (pág.10), donde un mundo hecho por encargo, que puede ser reproducido infinitamente, que no posee ninguna entidad racional, ya que no se pone a prueba en proceso alguno, lo ideal o lo negativo de este mundo (pág.11). Ya Walter Benjamin en su ensayo La obra de arte en la época de su reproducción mecánica nos advertía de esta estrategia de influencia sobre la sociedad por parte del capitalismo en el cine, al ser un arte de consumo de masas:
       El culto a las “estrellas”, fomentado por el capitalismo de los productores de películas,      conserva esa magia de la personalidad que, desde hace tiempo, no es más que el encanto          marchito de su carácter mercantil.[1]

Hoy en día podemos decir que esta labor divulgadora de los intereses mercantiles lo hace la televisión. La televisión “heroína ideal del American Way ot life, es escogida, como en los sacrificios antiguos, para ser exaltada y morir entre las llamas del médium. Pues el fuego del cielo ya no cae sobre las ciudades corrompidas, ahora es el objetivo el que recorta como un láser la realidad viva para matarla” (pág. 59-60). Cada vez las televisiones tienen cada vez más definición, “la alta definición” de la imagen, es decir, la perfección inútil de la imagen, donde a fuerza de ser real, a fuerza de emitir en tiempo real imágenes definidas al detalle, de colores hiperreales, hace que el poder de la ilusión y la imaginación vaya desapareciendo de esta sociedad  postmoderna, consumista, hipotecada y atrapada en los créditos al consumo, de casas estandarizadas y coches cada vez más lujosos y con más funciones que nada tienen que ver con la conducción, coche símbolo de poder fálico y refugio narcisista. Coches que las empresas transnacionales hermanadas con la moda hacen obsoletos en poco tiempo. Empresas multinacionales que fomentan gracias a la política capitalista neoliberal, una cultura de consumo y derroche.
Esta sociedad del simulacro que pretende tener más libertad, más democracia y más igualdad entre sus ciudadanos, desde unos principios neoliberales, es una sociedad controlada por el poder a modo de panóptico foucaultniano,  haciendo que nos hagamos un autocontrol, una autovigilancia. Pero el poder también funciona a modo de Big Brother, con cajeros con cámaras, calles con cámaras, semáforos con cámaras y satélites por doquier. También el poder en este mundo hiperreal nos quiere hacer sentir poderosos, que estamos por encima de los demás porque podemos espiarlos sin que nos vean y para ello nos muestra programas televisivos donde vemos: gente encerrada en una casa durante semanas con cámaras que les observan durante las 24 horas,  dos o tres personas desnudas en una isla paradisiaca que van a buscar pareja, o el turno de noche de las urgencias médicas de un hospital, o el control de la aduna por la policía. Esta idiotización de la sociedad es lo que busca el poder para eliminar la crítica y limitar  “la cultura”.
La cultura del simulacro es una operación de disuasión de todo proceso real (pág.11), al igual que en las centrales nucleares el verdadero peligro, “no es la inseguridad, la polución o la explosión, sino el sistema de seguridad máxima que bulle entorno a ellas” (págs. 83-84), qué importa lo nuclear, lo que importa es la oleada de control y disuasión que va ganando terreno. El modelo de control y seguridad de la central nuclear, es un modelo de seguridad absoluta, transportable a la sociedad, un modelo de disuasión idéntico al de las potencias atómicas, modelo que rige la coexistencia pacífica de la simulación del peligro atómico (pág.84). ¡Acatas la ley o el peso de ella caerá sobre ti!  El suspense nuclear no hace más que sellar el sistema banalizado de disuasión que se encuentra en el centro de los Mass media, en el centro de la violencia que campea por doquier en el mundo. Lo que no conocemos, lo que podría ser, es lo que hace de la simulación del arsenal atómico una forma hiperreal, un simulacro que nos domina a todos y que reduce cualquier evento a un episodio efímero (pág.  65)
Este espacio de disuasión que está articulado sobre la ideología de la visibilidad, se tiene que mostrar, tiene que ser visto, un espacio de consenso y contacto entre individuos, sancionado por el chantaje a la seguridad, es el espacio de todas las relaciones sociales (pág.85). Necesitamos ser para otros, la mirada del otro nos constituye y nos convierte en espectáculo.
Esta sociedad del progreso capitalista, del crecimiento, donde la riqueza debería repartirse entre todos para producir más bien estar, lo único que produce es más desequilibrio, más codicia y más corrupción en los políticos neoliberales. El socialismo campeón del valor de uso de lo social, cree que lo social puede ser gestionado colectivamente, lo cual a pesar de toda esperanza socialista algo insensato, lo social fabrica la distinción entre bien y mal para todo orden de lo cotidiano. Desde  las primeras “sociedades de la abundancia” descritas por Marsall Sahlins, en las que siempre hubo desequilibrio de clases, hubo una “rareza” del mal reparto. Los socialistas quieren abolir esta rareza, repartiendo esta riqueza. Pero lo social a muerto, ha sido liquidado, todo funciona inversamente a lo que Marx soñaba. Él soñaba con una simbiosis de lo económico y lo social. El mal uso de la riqueza es lo que salva la sociedad. El socialismo no puede hacer nada. Lo social muere  en el espacio de la simulación (pág. 186-187). Se destinan migajas de la riqueza producida, para simular una política social, donde las clases subalternas (y digo subalternas porque el proletariado a muerto), crean que realmente reciben atención por parte de los gobiernos, todo es un simulacro, todo es nada comparado con lo que se gastan los gobiernos en armamento militar.
 La hiperrealidad que vivimos, este mundo capitalista nos soborna con pequeños regalos para que no veamos el hambre en el Tercer Mundo o la explotación de mano de obra infantil (la misma expresión mano de obra cosifica a los individuos, convirtiéndolos en mercancía y como tal valorándola económicamente). El capitalismo formado por las empresas transnacionales, que controlan los Mass media y los gobiernos, nos hacen vivir la realidad que ellos quieren, una hiperrealidad que les permite controlar nuestros gustos: ya sean alimenticios, culturales (que libro leer, que película ver, etc.), nuestra manera de vestir ( modas que sustituyen otras modas) y nuestras relaciones sociales y sexuales. Es cierto que parece que tengamos en todas estas cuestiones y otras el “libre albedrío” de escoger, pero cuando nos salimos de estas normas sabemos que transgredimos “lo normal” y eso condiciona nuestro comportamiento.













[1] Benjamin W. (2017) [1939]. La obra de arte en la época de su reproducción mecánica. Madrid. Edit. Casimiro, trad. Wolfgang Erger. p. 36.



domingo, 5 de noviembre de 2017

Viatge de Santiago Rusiñol al Primer Centenari de la independència de la República Argentina




Sumari:



1. Introducció.................................................................................... 2

2. El sopar........................................................................................ 3

3. El viatge......................................................................................... 4

4. Buenos Aires................................................................................. 6

5. El retorn d’Amèrica..................................................................... 11

6. Conclusió....................................................................................... 16

7. Bibliografia.................................................................................... 17











Nota: he procurat posar les citacions originals de les fonts, de les que no he trobat les fonts originals, són estretes dels diferents autors de la biblio-grafia.











1. Introducció.



Coincidint amb el centenari de la independència de la metròpoli espanyola per part de la República Argentina (1910), el pintor, poeta i dramaturg Santiago Rusiñol i el actor Enric Borràs parteixen del port de Barcelona el 13 de març de 1910, a bord de l’Argentina. Són al port per acomiadar-los Casas, Utrillo i Joaquim de Miró (1849-1914), i alguns altres amics íntims. El dia abans, a la nit del 12 de març, se’ls havia organitzat un sopar de acomiadament, al barceloní Mundial Palace, al qual varen assistir un centenar de persones, entre elles Ángel Guimerà, Adrià Gual, Gabriel Alomar i el mateix Joaquim de Miró. Les inscripcions s’havien anunciat a la Vanguardia de dos dies abans el dijous 10 de març, número en el qual també s’anuncia el proper nomenament del jurat que escolliria les obres per enviar a l’Argentina per l’Exposició Internacional de Art del centenari argenti, que s’inaugura el 5 de juny de 1910 a Buenos Aires.

També va surti publicat el sopar de comiat a La Escena Catalana :

Sopar de comiat en honor d’en Santiago Rusiñol i l’Enric Borràs.

El genial actor Enric Borràs i l’eminent pintor, poeta i autor dramàtic Santiago Rusiñol se disposen a realisar una tournée per les Ameriques a l’objecte d’oferir quelcom de gloriós de la nostra triomfanta renaixença als joves paissos de l’altra part de l’Atlàntic.

Amics i admiradors d’abdos grans artistes, volem, quan van a emprendre l’exel-sa missió que s’han imposat, donar-los hi digne comiat, tan solemnial com se mereixen per l’afecte que’ls professem, per llurs mèrits escepcionals i per agraiment.

Ab aquest fi havem organisat un sopar d’honor que tindrà lloc el dissabte vinent, día 12, a les 9 de la nit, al Mundial Palace, festa que presidiràn els dos homenatjats i que esperem devingui popular ab les adhesions de tots els que vulguin testimoniar el seu entusiasme envers la patriòtica ambaixada d’art que duen a America en Borras i en Rusiñol.

Barcelona 9 Mars 1910.

Angel Guimerà. – Ignasí Iglesias.- Pompeu Crehuet.-Adrià Gual.- Jaume Martí.

Desde dijous al dematí fins dissabte al mitj día s’expendiràn carnets de subscripció a aquest sopar, al preu de set pessetes, als següents punts: Ateneo Barcelonés.- Teatre Romea, Administració.- Associació d’artistes lírics i dramàtics, Passatge del Rellotge, I, primer.- Llibrería Española, Rambla del Mitj, 20.- Llibrería Baguñà, Cardenal Casañas, 4.- Imprempta de La Escena Catalana, Petritxoll.3.[1]



De fet el viatge de Rusiñol i Borràs a l’argentina, i sopar de comiat és varen fer ressò la premsa catalana i la internacional (La Vanguardia, 10, 13, i 15 de març 1910; L’Esquella de la Torratxa, 11 de març 1910; De tots colors, 11 de març de 1910; Caras y Caretas (Buenos Aires, Argentina, 16 d’abril 1910). [2]

El periple del viatge dura mig any, i del qual fa un diari, que porta per títol Del Born al Plata. Es un diari que va apareixent al setmanari L’Esquella de la Torratxa, des de 6 de maig al 23 de desembre de 1910, no varen sortir en L’Esquella tots els capítols que havia escrit Rusiñol, les cròniques es van estroncar quan en el 1911 Antonio Lopez, amic d’en Rusiñol i editor de L’Esquella i de les obres del artista, les compila en forma de llibre.

Abans de les cartes d’Amèrica publicades com Del Born al Plata, Rusiñol ja col·laborava amb L’Esquella de la Torratxa amb unes gloses que signa com a “Xarau”, satiritzant el Xènius (Eugeni d’Ors) de La veu de Catalunya. També Rusiñol fou objecte de sàtira, per la competència de L’Esquella, el Cu-Cut! (Setmanari de gresca ab ninots), que comença a publicar un seguit d’articles, signats per en Xim-Xim (Manel Urgellès), amb el títol “Del altre món”, una sàtira de la secció “Del Born al Plata”, de en Rusiñol a L’Esquella.



2. El Sopar.



La nit del 12 de març va arribar i com tots els sopars de comiat van haver parlaments i homenatges. En primer lloc es va llegir una carta de Gabriel Alomar, en paraules que expressaven la seva adhesió a la festa. Després va parlar el publicista J. Miró i Folguera, digué:” [...] Aneu a demanar l’or d’Amèrica, que podeu anar-hi en el front ben alt, perquè els donareu en canvi, l’or d’Espanya, totes les manifestacions del nostre esperit i tot el sentiment del nostre cor”.

Després de aquestes paraules i les de Gastón Mantua en nom de Jaume Martí –president de l’Associació d’actors de Barcelona–, el pintor Baldomer Gil Roig –en nom del Cercle Artístic–, el notari Manuel Crehuet i els escriptors Albert LLanas i Pompeu Gener, els desitjaren sort en la seva aventura. Més tard, a precs del companys, S’aixecà el dramaturg Ignasi iglesies, que digué que era hora d’alegrar-se perquè: “ la Catalunya intel·lectual se’n va a Amèrica, representada per dos il·lustres fills, en Borràs i en Rusiñol, i aquells pobles americans que ens coneixen només com gent treballadora i mercadera, ens coneixeran per les manifestacions més hermoses de la nostre espiritualitat”. Després afegí que també seria un dia trist per l’absència durant un mesos dels dos amics i intel·lectuals. Les paraules d’Iglesies foren molt aplaudides, ovacions que van tornar a iniciar-se quan es va aixecar Rusiñol, el qual, amb la seva intel·ligència, no exempta d’ironia i humor, digué:



Se’n parla d’alegria i de tristesa. Jo no se si estic trist o alegre. Tinc ganes de no anar- me’n i ganes de marxar. No porto cap representació a l’Amèrica, ni vaig complint-hi cap missió de transcendència, i si voleu que us ho digui en certesa, no ho se perquè hi vaig.

Un dia varen preguntar-me si m’agradaria anar-hi: hi vaig respondre que si, i ara veig que aquella paraula dita mig en broma, s’ha convertit en compromís i vaig a Amèrica. Com vegeu, hi vaig d’esma. Hi vaig d’aplaudidor. I d’això sí que n’estic satisfet, perquè en Borràs, que m’hi porta, és la més alta representació de les glòries del nostre teatre. Altra cosa puc dir-vos. I és que estic segur que Amèrica seré sempre un català, que sentiré en el meu cor el batec de tot lo que passi a Catalunya. No d’aquesta cosa o d’altra, si no de tot plegat. Perquè així com vistes a una gran altura, les muntanyes se confonen amb les planes i tot sembla una sola plana immensa, estic segur que des de Amèrica tot se confondrà en un sol sentiment d’amor a Catalunya; i per mi no hi haurà ni dretes ni esquerres, ni carlins ni lerrouxistes: no hi haurà més que catalans.



Alhora, Rusiñol manifestava la seva alegria de poder posar-se en contacte amb “els nostres cosins del nou món”·.

A continuació tingué lloc el parlament de en Borràs i, seguidament a petició dels assistents, es dona la paraula a Ángel Guimerà, que va dir que no sabia dir res, si bé va encertar a expressar el sentiment unànime dels presents fen la següent afirmació: “amb en Borràs i en Rusiñol hi anem tots”. També afegí el que li feia més enveja era pensar que ells, a Buenos Aires, podrien sentir l’himne que havia dedicat l’Enric Morera (1865-1942) a la celebració del centenari, himne que havia compost per encàrrec del govern argentí. “Amb quina eloqüència deurà cantar-la en Morera que sent tant la llibertat” –afegí.

Finalment Pompeu Gener va cloure la festa amb unes frases de comiat.[3]



3. El viatge.



El diumenge 13 de març de 1910, a les quatre de la tarda sortia del port de Barcelona el vaixell italià Argentina, carregat amb Rusiñol i Borràs, amb destí l’Argentina, fent escala a Tenerife i Brasil. Els descendeixen al moll del port: Els pintors Ramon Casas, Miquel Utrillo, Joaquim de Miró i alguns íntims. Ja des de la sortida Rusiñol comença a relatar el seu periple en forma de diari, com en dit més amunt, el diari recull les seves impressions i reflexions sobre el que hi veu amb la seva mira treballada de pintor, també utilitza la ironia amb les seves crítiques del món que ho envolta. La seva mirada és curiosa, inquieta i distanciada. Per tant, és també critica, sense caure mai en dogmatismes i intentant d’esquivar els prejudicis que emmascarin la percepció de la realitat que té davant dels ulls.

El llibre són 50 cròniques, que acaben amb la que fa al seu pas per Montevideo i la titula així. La primera crònica porta per títol Cap Amèrica, i va aparèixer a L’Esquella el 16 se maig de 1910 com en dit abans; en ella Rusiñol influenciat per la violència revolucionaria i conscient del paper que havia de representar el conflicte socials a les acaballes del segle XIX, amb la liquidació de alguns dels ideals presents durant el segle, per exemple el mite del Progrés, Rusiñol situa la veu narrativa de les cròniques Del Born al Plata en un punt de mira d’un viatger europeu i carregat d’anys d’experiència, disposat a observar in situ el funcionament del món modern, de la nova civilització fomentada en el culte del déu diner. El 1910, any de la Exposició Universal del Centenario, Buenos Aires s’ha convertit en un símbol del cosmopolitisme i la modernitat, i en terra de promissió d’una immigració massiva procedent de la vella Europa, sobretot d’Espanya i d’Itàlia.[4]Des de l’inici del viatge, el narrador se serveix de la seva posició privilegiada que ocupa al vaixell –turista de primera classe, que no va a l’Argentina per negocis, sinó com artista convidat de renom–, esdevé un observador distanciat de les circumstàncies que envolten i expliquen la presència dels altres passatgers. El narrador observa el comportament dels homes de negocis ja enriquits que ocupen les cabines de primera i dels aventurers que, mentre aspiren al nivell dels primers, ocupen la segona classe. Però la classe que li crida més l’atenció és la tercera:

Vist en conjunt, aquell munt d’homes, tenen aquell color grisenc de la gent que no són d’enlloc; aquell destenyit confós que fa que’ls pobres sien iguals a tot arreu aont hi ha misèria, i aquell color d’home apagat. Vistos per sobre, en puja un baf de ranxo i de munició, i una escalfor de caldera, i una tebior d’hospital.

Les mantes, aquí, son bocins de mantes: filagarces de coses velles de tots els encants de tot arreu; les sabates deixen veure els peus; les mans ixen d’uns braços que cerquen feina i pengen abatuts [com deia Charles Dickens: passar el subjecte a objecte, no es necessita homes, sinó “mà de obra”]. [...] hi ha infants que van de l’un a l’altre, com si cerquessin els seus pares en aquell munt en que tothom s’assembla.[5]



No li va fer falta baixa del vaixell per establir les grans diferències socials que trobarà en arribar a port, “ Tots caminen cap an aquella Amèrica, que tan generosa ha de ser quan obre els braços a tanta misèria”, i que no aconseguirà convèncer-ho de les seves bondats.



4. Buenos Aires.



L’arribada de Rusiñol i Borràs a Buenos Aires fou tot un esdeveniment. Varen arribar de nit tancada, i diu Rusiñol que “els va semblar un espectacle de màgica”... Plovia a bots i barrals, tot fosc no es distingien bé les coses, sense orientació, creien que hi eren a un laberint, i de sobte arriben a una immensa rambla molt il·luminada, sense ningú, molts aparadors plens de maniquins i amb llums que enlluernen, “la impressió és ja fantasmagòrica” – diu.

Tota la premsa, sense distinció es va fer ressò, saludava l’eminent artista amb respecte i admiració. Rusiñol es veié voltat d’artistes, periodistes i fotògrafs que volien parlar amb ell o obtenir un document gràfic del moment. Entre les molts mostres d’afecte vers Rusiñol, la revista argentina Ideas y Figuras[6] narrava d’aquesta manera la seva arribada a Buenos Aires:



La llegada de Santiago Rusiñol á Buenos Aires es un acontecimiento de verdad para todos los que de verdad aman el arte. Y ello consiste en que Rusiñol, pudiendo ser muchas cosas pudiendo á aspirar a mucho dentro del organismo social, á limitado sus aspiraciones a ser un artista, y lo ha sido, por encima de todo, a pesar de todo, venciendo las enormes dificultades de un medio hostil e indiferente.

Decimos que Rusiñol es un artista, y comprueba su actividad asombrosa, su incesante voluntad de Trabajo –empeño bien catalán por cierto– á que no se ve obligado ni por las necesidades materiales ni por la ambición de gloria, pues aquellas las ha tenido siempre bien cubiertas y ésta, desde mucho, la ve harto satisfecha .Todo su afán, todo su ardor en el trabajo, proviene en él de esa inquietud del artista, nunca satisfecho, del artista que aspira siempre á ir más lejos, [...] La presencia de Rusiñol tiene para nosotros un alto significado. Antes que emprenda viaje la embajada oficial[7], Rusiñol delegado de su propia voluntad, llevado por el buen deseo, movido por la curiosidad, ya está aquí. Cuando los enviados oficiales lleguen, ya ese representante del pueblo habrá sido obsequiado, agasajado, ya se habrá hecho la fusión de su alma de artista en el corazón sensible y entusiasta de la masa argentina.

Rusiñol encarna uno de los aspectos más nobles del pueblo español: la fé, el entusiasmo, la voluntad por el trabajo.[...] Hijo de esa fuerte y brava Cataluña toda voluntad y energía, Rusiñol ha sido por más de un concepto el representante de su tierra, único que podía concebirse en aquel ambiente de trabajo intenso. Toda España encierra elementos de arte; pero, no en toda España hay voluntad para desarrollarlos, para imponerlos en el triunfo definitivo de las respectivas tendencias. Cataluña, en cambio, por medio de sus artistas, ha realizado lo que muchas otras regiones no se podía, y ha sido por medio de sus hijos, aventureros y audaces, que ha asimilado lo más bello de cada temperamento artístico.



Admirats pel públic argenti i català, Rusiñol i Borràs van protagonitzar, a Buenos Aires, homenatges i entrevistes, fruit del gran èxit teatral i pictòric. Rusiñol que havia viatjat a la Argentina (principalment per vendre quadres), per fer director artístic de la companyia d’en Borràs, no hi anava al teatre per res, de aquest fet explica Josep pla una anècdota en el seu llibre Tres Artistes:[8]



Borràs ha contat que rossinyol fou un director artístic merament honorari. No anà gairebé mai al teatre. Al cap d’un mes d’actuació se li corregué una nit d’entrar-hi, i el porter no el deixa passar fins que hagué identificat la seva personalitat.

– ¿Cóm és possible que vostè sigui el director – deia el porter, indignat – si no el coneix ningú a casa?



Rusiñol rebia molts afalacs per par de tothom, però ell la impressió que s’estava portant d’Argentina i la gent que vivia allà no és precisament bona. Començant per la seva arquitectura que li sembla una mescla de varies ciutats europees i arquitectura colonial que despisten al viatgers, els seus carrers, que diu que tots van a parar a l’Avinguda de Maig, “és el cervell on surten els nervis, es on viu l’aranya en mig de la tela”; la quantitat de gent de distintes races que desorienten al foraster i creen en ell la sensació d’estar perdut; les preses amb que caminen tothom, donat la sensació “que tot s’està trasbalsant. Diu Rusiñol:



Aquell repòs que portem d’Europa, aquell ritme en el caminar, que’n podrien dir de tres per quatre, aquí és de quatre per dotze, i un té d’avesar les cames a dur el compàs que porten els altres si no vol ser un destorb públic. No creiem que tothom dugui pressa, però els que no’n duen ho han de fer veure. Aquí el caminar és un medi, i enlloc del món hi ha tants tramvies, i cotxes, i automòbils, autodiables?, ni tantes maquines de fer camí. Les aceres són com flocs negres fets de gent que camina com si l’anessin estirant: cintes que volten la ciutat, que no paren mai, que quasi no enraonen, que un engranatge invisible les fa rodar hores i més hores, com automates d’una idea fixa.

[...] L’ impressió és de gran, d’immens , quasi de massa gran. Un comprèn que aquesta ciutat porta el camí decidit de ser de les millors del món, i està convençut que ho serà, però l’empenta que du és tan furienta, [...] Un va enllà, sempre enllà, i troba carrers; primers de dos pisos, després d’un; un camina i tant sols troba baixos, camina més i va aplanant-se i després d’aplanar-se, aclarint-se, i quan s’han aclarit, troba tanques, i després de les tanques fi-ferros piarcant la ciutat la ciutat, fins del demà, i quan s’ha acabat, l’immensa pampa, senyalada també am intenció, com un somni de grandeses.

Es clar que, am tanta ratlla dreta, hi ha un moment que l’esperit voldria trobar a davant dels ulls un carrer estret i negrós, com els de Toledo o Girona, un palau vell daurat pel sol, un bacinet de ruïnes, un mur d’eura, un xipré, un Castellot;[9]



Altre cosa que al cronista li crida la tensió d’una manera negativa és l’afany per fer diners d’una forma ràpida, i el culte al que ell anomena “el déu peso”. Afegeix, com aspecte positiu, que són treballadors, que no esperen que les coses vinguin soles, que no baden, que són desperts davant els “negocis”:



I aquesta Argentina té un do que no s’ha pogut explicar: el do de que als ensopits, als abandonats, als decaiguts, per mor del clima, per mor de l’exemple, per l’ambició d’entornar-se’n o per no voler-se’n entornar més, els dona un dalit de treballar, que la Santa Mandra, tant complascent pera’ls temperaments somniadors, aquí’s desvetlla i té

de fer feina.[10]



Els argentins, i dic argentins a tots els que viuen a Argentina, nous vinguts i emigrants ja establers negocien amb tot, i no tenen problemes per aconseguir crèdit dels bancs:



Un home demana mil pesos i abans d’acabar-se el plasso els torna religiosament (tornar els diners se’n diu religió). Al que torna mil pesos que no són seus, ja li obren crèdit per dèu mil; el que’n torna dèu mil..., per... etc., i quan té la quantitat que necessita... pera negociar... negocía am lo que li deixen, i llavors la cosa és claríssima : si guanya, perquè ha guanyat..., i si perd... perquè... no pot perdre : es declara revolucionari, i per la llei de residencia... li paguen el viatge d’anar-se’n, am crèdit, am pesos i am passatge.

N’hi ha d’altres que guanyen... fent camí. En aquest poble, el que fa camí de segur que troba diners. Tampoc es pot saber perquè, però acaba trobant diners. Seran de la gent que’s descuida, seran dels que baden, seran dels que no corren, dels que’ls perden pel carrer, dels que’ls en sobren o dels que’ls en falten; el cas és que l’home de negocis no arriba mai al cap-vespre sense haver fet el seu negoci.

Com pot comprendre el llegidor, aquesta mena d’immigrants arriben a formar una raça que no crec que’s crii més que aquí. No és el borsista, no és el jugador, no és el corredor de gènero, no és el viatjant, ni el comissionista: és l’home que’s lleva dejorn, i des de les set del mati fins a les dotze de la nit, com els goços perdiguers, aixís que’s troben en despoblat, segueixen el rastre amb el nas a terra, ell rastreja nas enlaire el negoci que ha de presentar-se. No saben què volen, no saben què cerquen, corren, pugen, baixen, giren, regiren, proposen invents, inventen, no sols pel pler de conquistar el peso, sinó pera veure-l fugir, pera veure-l girar, pera perseguir-lo, pera atrapar-lo a cremadent, com el verdader caçador que no tira mai a la guatlla quan la veu parada en un camp, sinó que espera que s’aixequi.[11]



Qui no ha tingut diner per naixement, no ha pogut fer-ho treballant o per altres mitjans –diu el narrador –, la societat li diu “pobre, un dels mots més denigrants que ha pogut inventar pera ofendre-l”. Per Rusiñol se pobre en segons quines societats té petites compensacions, de ordre moral, “que si no engreixen, consolen”. Un poeta, un pintor o un music encara que no guanyin diners poden aspirar a la gloria. Els nobles els títols li omplen de vanitat el cor; la religió a consolat tants pobres com a fet, i a fet bastants, si ha predicat misèria, ha donat consol de sofrir-la. El home que no ha tingut diner, ha tingut poca cosa, però la mateixa poca cosa, quan ni ha fantasia i il·lusió hi ha esperança de millorar.

A l’Argentina diu el cronista:



Aquí... no; aquí..., per ara..., fins al moment actual, L’art, la gloria, l’idealitat, la fantasia, i altres... cabòries, no són coses gaire cotisables ni que compensin una mica l’importancia que té el peso. Sia perquè la vida és cara, i abans de pensar en els postres es té que pensar en el caldo; sia que’l gringo i el que no és gringo hagin pres aquest país com terra de restauració enlloc de terra de promissió; sia perquè pera’l conreu de aquesta terra braços en compte de demanar homes; sia perquè molts dels que arriben arriben am fam retrassada, després d’haver perdut la fe en tota mena de creencies; sia perquè el homes nous, quan no són arrels, són abono indispensable per fer eixir flors, i hi ha més abono que flor; sia tot plegat, i altres motius, i que’l materialisme és una fruita que fins que’s maduri fa del mal perdre, si és que al ser madur no fa estragos, el cas és que entre els que arriben, els que ja hi són i els que eren, la lluita del peso és tant t terrible que comparant una cosa i altra, les batalles d’Alexandre són verdaders jocs de criatures.[12]



Buenos Aires només podia oferir oportunitats per fer diners, espot dir que era una ciutat financera. No podia oferir res d’interesant al visitant segons Rusiñol, no tenia tradicions, no tenia vells monuments, no tenia museus, jardins, no hi havia hagut temps. Era un país massa jove, diu Rusiñol, que per que un país tingui edificis vells haurien de haver estat nous en el passat, i l’ Argentina en el passat era un pla amb quatre barraques d’espanyols, amb un penó al cim de la barraca perquè sabessin de qui era. Per Rusiñol perquè hi hagi museus ha de haver artistes, i el conqueridors espanyols no estaven per fer pintures. L’historia d’Argentina, va començar quan la independència, i en aquets primers cent anys, entre rebel·lar-se, deslliurar-se, matar-se civilment els uns als altres, organitzar el que queda, fer lleis, complir-les o no complir-les, tenir dictador, i haver de matar-ho o embarcar-ho, ja ha tingut prou feina per refer-se com per pensar en l’art.

I “Un poble sense art, és ben poca cosa” diu el narrador.

Es curiosa aquesta imatge que té Rusiñol del poble argentí i de l’Argentina, en que tot té preu, on el pragmatisme impera, on la mirada romàntica-naturalista que encara perdura en la intel·lectualitat catalana i espanyola xoca amb materialisme americà; és curiosa aquesta critica, si més no, quan ell el principal motiu que té per viatjar a l’Argentina és aprofitar la fama que el precedia per vendre una bona quantitat de obres seves.

Va portar una quarantena de quadres que exposa a diferents espais i els ven quasi bé tots. Fins i tot s’arriba a Montevideo, fa un altre exposició i ven uns quants més, en total Rusiñol compta que haurà fet “deu o dotze mil duros”, amés els millors quadres no els va volgué vendre a qualsevol preu – ja havia fet prou diners – , i torna amb ells. En la correspondència amb la seva dona parla de aquest tema:



De los cuadros vendidos he cobrado ya 6.500 pesos. Los 4.000 que me faltan cobrar temo que me cuesten un poco, pues un cuadro vendido en subscripción y ya sabes como son estas cosas: mucho entusiasmo al principio y mucha “mandra” cuando hay que aflojar los cuartos. El cobrar y tener siempre alguna venta para el dia siguiente me ha privado todavia de ir a Montevideo y Rosario y a fe te juro que tengo ganas de salir de Buenos Aires, pero el negocio es el negocio.



Ja a Montevideo torna a escriure:



Estimadissima monineta: Mi última carta, como viste, era un poco pesimista. La de hoy puede ser un poco o bastante mas halagüeña. Además de los cuadros vendidos, he vendido otro, el pueblo de Biniarraix que teníamos en el salón y que habia sido de Mata. Lo he vendido en 2.000 pesos, lo que hace en conjunto 10.500 pesos. Aunque no sea mucho y mañana acabe la exposición, tampoco puedo quejarme del todo. Si los hubiera puesto a mitad de precio, con toda seguridad, habria vendido el doble, pero el resultado hubiese sido que haciendo el mismo dinero tendría ahora menos cuadros en mi poder. Además como habrás podido notar, no he vendido ni uno solo de los mejores. Ni uno de los últimos de Granada y de Aranjuez, lo que no deja de ser una ganga… y prueba, como te decía. Que aqui no entienden ni jota de arte[13].





En el mateix sentit de crítica de Rusiñol a la ciutat de Buenos Aires, la periodista i escriptora Carmen de Burgos Seguí Colombine (1867-1832), en el seu discurs pronunciat en el Circulo Mercantil e Industrial de Almeria, discurs que versava sobre Buenos Aires,[14] diu: que el motiu de la seva conferència és la necessitat de “contar la verdad”, i aclareix que molts escriptors y pensadors adulats pel tracte dels argentins i per les seus guanys econòmics, presenten un panorama idíl·lic de la ciutat. “Europa adula a América porque cree que la explota. Los escritores porque los diarios argentinos pagant en pesos y cada peso vale dos francos... y es triste ver como gente que vale se arrodilla y oficia ante el poderío americano”.[15]

Colombine critica la actitud servil de alguns d’aquest intel·lectuals, inclús amics seus com Blasco Ibáñez que va escriure, enlluernat per la immensitat de Argentina, Argentina y sus Grandezas (1910) o el propi Valle-Inclán que en una conferencia va criticar a les dones espanyoles enfront de les argentines (per pudoroses, les espanyoles és clar). També parla de desfavor soferts per alguns intel·lectual europeu com Anatole France que no va ser ben rebut a Buenos Aires i la poca difusió de la seva obra a l’Argentina. La escriptora puntualitza en el seu discurs que ella va ser ben rebuda, però no es deu vendre per adulacions i ha de dir la veritat perquè ningú dels seus compatriotes hi vagi enganyat a la Argentina.[16]

Veien que no solament Rusiñol va tenir males sensacions a Buenos Aires.



5. El retorn d’Amèrica.



Després de mig any d’estada a Amèrica, l’octubre de 1910 Rusiñol embarca de retorn a casa, torna en el transatlàntic Principe Humberto, on també viatja el primer ministre francès, George Clemenceau. Rusiñol estava acompanyat per l’escultor Miquel Blay (1866-1936). La noticia del retorn de Rusiñol a Catalunya també va tenir repercussió a la premsa:

L’ilustre autor de L’Heroe ha tornar de son viatja de recreyo a la América del sud. Y ha tornat bò y sà, rejovenit, alegre y simpàtich com sempre; en una paraula, els aires de la Argentina no l’han perjudicat en rès.

L’eminent dramaturch ha sigut rebut pels habitants d’aquelles terres, ab verdadera simpatía. Com a pintor y com a literat, ha triomfat; com a home, se n’ha endut l’amor dels forasters.[17]



Rusiñol en la seva estada a Amèrica va deixar infinitat d’anècdotes recollides per la premsa i revistes bonaerenses i catalanes, de festes i afalacs. Però, malgrat la bona acollida que va rebre per part dels argentins y uruguaians, sembla que la estada se li va fer massa llarga, a un home que gaudia amb coses senzilles, que li agradava la companyia dels amics sincers, a l’Argentina havia de fer esforços per viure en mig de una societat, que no era ni pitjor ni millor que la seva, però que era ben diferent dels seus costums i tarannà, un suma de sentiments que havia de superar per poder desenvolupar la seva activitat literària i pictòrica. En una carta al seu amic Miquel Utrillo parla d’aquestes sensacions:



De lo que si em queixo es d’Amèrica. No m’agrada ni hi tornaré mai més. Es un país de conya, carregat de pretensions. Ja ho aniràs veient en els articles que publica L’Esquella per fer-ne un llibre, que a els d’aquí no els agradarà gaire, perquè estan fets que, perquè deixen guanyar diners, tothom els tracti de macos.[18]



La sensació es prolonga en el temps, i així ho deixa ben clar en una entrevista que li va fer l’editor i comediògraf Salvador Bonavia i Flores (1876- 1925) per el setmanari El Teatre Català.[19] És una entrevista on es nota el sentit de l’humor d’en Rusiñol. El fet de ser amics fa que la conversa fos distesa. La conversa porta a parlar de la faceta de viatger d’en Rusiñol; ell sembla que no té gaires ganes de parlar de questa par de la seva vida, però aclareix tot els seus sentiments en vers l’Argentina:



– Ui!... que pobles que m’anomena!... Val més que no hi passem, per aquí; hauríem d’anar a voltar per la carretera, i ja’m semblaría trobar-me altra volta ditre’l meu carro de bohemi, en aquell temps que’l món em somreia i jo li feia ganyotes cínicament.

– I perquè no recordar-ho?

– Perquè és molt llarg d’explicar. Me n’han passat tantes de coses...I a més en el volum Anant pel món [1896] I en els Fulls de la vida [1898] i en tants altres llibres, què he fet sinó contar les meves penes tan alegrement com he pogut?

– Vostè pot haver passat penes, però no les ha exterioritzat mai ni en son semblant ni en la seva ploma.

– I per què? Què se’n treu d’estar trist? A més, jo no puc queixar-me de la vida: hi estic molt bé, en aquest món; tant bé hi hagués estat a l’altre.

– ...?!

– Vull dir a Amèrica, quan vaig anar-hi amb en Borràs.

– De director artístic de la companyia, oi?

– Aixís ho deien els cartells, i els argentins s’ho devíen pendre en serio, perquè, a l’acabar les representacions de les obres, – encara que aquestes no fossin meves – em feien a les taules i em tiraven el cable desseguida.

– No va passar-li rès sensacional?

– Sí : vaig aburrir-me. Vol rès de més sensació per mi?

– Ens resistim a creure-ho.

– Doncs, quedem que no vaig aburrir-me, però ja li juro jo que l’Atlàntic no’l passaré mai més.

– Ho creiem : n’hi ha prou amb llegir Del Born al Plata i veure El despatriat [comèdia en tres actes de 1912].

– Com a pintor, vaig trobar-me amb molt mercat, per allà aquelles terres. Al “Casal Català” i en altres llocs hi havíen quadros firmats amb el meu nom, però no eren pintats meus, i – lo més sensible – que tampoc els havia cobrat jo [la pela és la pela, i això és el que més dol]. Sembla estrany que hi hagi qui vulgui fer ostentació de gust artístic i no sàpiga compendre si les teles són autèntiques o si són simples parodies.

– Però vostè va vendre, segons tenim entès.

– Si, quasi tot lo que vaig portar-hi : vintivuit quadros.

– I en el teatre també va triomfar.

– Crec que si, perquè una vegada que vaig anar a veure comèdia a un teatre que no era el que actuàvem, vaig veure’m obligat a sortir a les tables a les taules a instancies del públic.

– Això no’l distreia?

– Si, molt bonic, molt bonic...però no hi tornaré més.



Josep pla en el seu llibre Tres artistes també parla del retorn de Santiago Rusiñol a Barcelona i del seu llibre sobre el viatge a l’Argentina, que segons ell està escrit des de un sentiment molt català:



Arribà, però – després de sis mesos d’estada – l’atac de poagre providencial [Rusiñol es queixava molt de la seva salut, bevedor d’absenta, fumador empedreït i morfinòman, droga que consumia per aguantar el dolor de les seves articulacions i de una malaltia renal que patia des de jove, aquesta drogoaddicció li va porta afer cures de desintoxicació al hospital a París, on va coincidir amb Léon Daudet (1867-1942) , i es van fer grans amics],[20]que Rossinyol aprofità per a tornar al Born. Fou un acomiadament lúgubre, d’aquells que auguren, en cas hipotètic d’un retorn, una arribada en discursos, entusiasme i fanfarra. Tants amics i coneguts! Però Rossinyol no torna mai més a Amèrica i – cosa rara! – al cap d’uns quants anys hom va observar que no li agradava de parlar del seu viatge a l’Argentina. Per què? No ho sé pas. Qui sap? Del seu viatge ens deixà un llibre que té un títol molt ben trobat: Del Born al Plata. És un llibre que de dins és una mica desmoblat, però és un bon llibre i moltes persones que coneixen l’Argentina m’asseguren que és de les coses més exactes que d’aquell país s’han publicat. És una expansió sentimental amb observacions molt agudes, molt característicament català, si és que la meva definició del català – un animal que s’enyora – és exacte.[21]



El que si trobem és una diferència en quan el cronista parla de Buenos Aires o de Montevideo. Ciutat que vol tornar a veure abans de tornar cap a Barcelona. Aqueta ciutat li dedica el últim capítol de seu llibre de “viatges” o d’experiència americana Del Born al Plata. Per ell Montevideo “s’apropa molt, per l’estetica, a tenir lo que pot dir-se’n idees d’art anarquista”. Amb cases pintades de blanc “color quasi escandalós que fuig del gris y el plom per bandera”, edificis que fins hi ha pedra, Montevideo una ciutat amb “silueta”, en aquest països planers. També els seus carrers són drets, les cases sense diferencies odioses, sí, vist un carrer vist tots, però sobre tot es puja i baixa, i això ho agraeix en Rusiñol que diu que estava far de tanta planaria. Diu “al menys allí, al cap-d’avall, es veu un blau que és el del mar; es veuen uns nubols que són del cel”.

Passejant per Montevideo arriba el narrador a un parc “descuidat” amb fulles per terra, estàtues velles, amb molsa i heures amb marbres trencats i fonts que no ragen. Li fascina trobar recons en un país tan nou plens de poesia, on la terra no es “cotisa” i arbres que no produeixen tants per cent. Són coses per ell extraordinàries que s’apropen “un xic, sense vatjar, an allí ont encara creiem en les cabòries inutils i els romanticismes de bohemi”.

També a Montevideo tenen L’afany de fer pesos “¡como no! Aclama Rusiñol, però els no ho demostren tant i sembla que viuen sense tantes preses. “El negoci” no és cap neguit, no se’n va a correcuita com se’n va a Buenos Aires. Potser diu el cronista, perquè no arribin tants immigrants a Montevideo en l’afany de “fer L’Amèrica” o els qui ja hi són “la tenen feta”, el cas és que el negociant uruguaià és més assossegat i no camina tan de pressa; sap prendre el sol, gaudir, sap reposar, sortir al camp i veure el paisatge.

Els diumenges anar “al casino”, que és el més típic de la ciutat. Cada esbart d’amics té un:



[...] els dependents, fusters, manyans, amos de tendes, o lo que sia, es reuneixen, fan una casa, la tancant tota la setmana, i en essent al diumenge s’hi tanquen a dins, i dinen i sopen en familia. És un esbargiment social que creien digne d’imitarse. Uns caven, altres planten flors, aquest fa la cuina, l’altre pesca, i cada hu es diverteix segons les seves aficions, i allí, en plena democracia, per un moment ho obliden tot. [...] El més tipic és el Parva Domus,[22] aont van els intelectuals. La casa es gran i curiosíssima. Les parets són plenes de dibuixos, caricatures, de records; hi ha un teatret per fer-hi comèdia, un gran pati pera pendre-hi l’ombra,i al mitg la estatua de l’Alegria... amb un niu d’aucells dalt del monyo. Allí es tanquen els escriptors, els artistes, els periodistes, els poetes, i fins els comerciants que volen ser de la familia es vesteixen com els ve be, i visca la llibertat! en que sia un jorn a la setmana. Un cop allí dintre tots són iguals; no hi ha classes, no hi ha diferencies, i encara que la ficció no més que’ls diumenges, ja és prou en els temps que correm, que una volta a la setmana’s deixin les vanitats, la parada, i les pretensions darrera el cancell de la porta. Allí el Poeta presideix, i generals i ministres, comerciants i homes de números, gent de diners i gent de tituls, escolten versos i escolten poetes, i això els dona alé pera treballar amb goig al cor i l’esperar a l’anima, l’estatua de l’Alegria, que tenen el bell mig del pati, somriu de veure-ls acoblats pera’l be més gran que ha lograt l’home i que’l distingeix de les besties: pel somriure i per la rialla.

I l’ironia, tant necessaria a tots els pobles novells que’s prenen en serio coses que no s’hi haurien de pendre, i en menyspreuen d’altres que ho són, l’ironia neix en els llavis, i ja sabem el gran bé que fa el burlar-se de tota la ronya, de la farça i beneiteria que duen els titols i macanas[23]que inventa l’home per fer-se rotllo entre els tontos que se l’escoltan. Allí l’un se vesteix de ministre, l’altre de jefe, l’altre de capdill; aquest es fingeix President, l’un magistrat, l’altre intendent, o cabecilla, o amo politic, i entre ells es fusellen, fan lleis, no las compleixen, es revolucionen, fan de tirà, d’orador, de llop, d’enganya-pobles i enganya-gauches, de tot lo que al seu entorn, quan no és diumenge i no és festa Domus, fan els homes seriós. Caricatura admirable de tantes coses d’America, i més enllà de l’America, que dona goig de trobar homes inteligents que les veuen, i no sols les veuen, sinó que se’n riuen, encara que no sia més que una volta cada setmana.

Tot això que veiem depressa, i els homes que havem conegut, i els artistes que havem trobat, i l’alè d’idialisar-se, i tantes coses que endevinem i que no havem tingut temps de veure, fa que deixem am gran recansa la ciutat de Montevideo.[24]



Sembla que aquest esperit gairebé anarquista dels “casinos” montevideans, i en particulars del Domus, fos el que tragués a Rusiñol, podem pensar que la seva etapa bohèmia li va deixar un pòsit anarquista. Sobre aquest tarannà Pla opina que: “Seria inconcebible, però, de suposar que Rossinyol pretengué fer la revolució o ajudar a fer-la. Fou sempre un perfecte burgès”. Carles Soldevila (1892-1967), en el pròleg de les seves Obres completes (1967) escriu:



Rossinyol no tenia res de titànic. Detestava la lletgesa, odiava la dolenteria, no simpatitzava amb la injustícia, però no era un Quixot capaç d’atacar monstres amb armes que no li esqueien. Si en la seva filosofia particular el seny va arribar a personificar un poder malèvol, en la seva conducta hi ha gairebé sempre un seny agredolç que deplora la imperfecció, que satiritza el vici, que riu a despeses de l’egoisme, però que s’està com de cremar-se d’adoptar parençosos posats d’apòstol o de profeta.[25]



Podríem dir llavors, que Rusiñol és un satíric, un satíric agut, però sense intensions subversives al igual el Domus que només vol riure’ns dels convencionalismes. La sàtira d’en Rusiñol és reflex de la seva manera d’esser. Una mostra d’aquest humor irònic i sarcàstic és el seu Glosari antiorsià, que neix amb la voluntat de parodiar a Xènius de La Veu de Catalunya. Així les gloses de Xarau són el negatiu gairebé perfecte de les gloses de Xènius, portades a la vulgaritat temàtica i formalment; són jocs de paraules sobre girs i frases fetes provinents del llenguatge popular, són antierudites i desmitificadores per naturalesa.[26]

El llibre acaba amb una mena de consells que el narrador vol donar als futurs immigrants a Amèrica:



Ara com ara, a tu, de casa, que emigres a l’Argentina, et direm el nostre parer, que’n pots fer cas o deixar-lo córrer: Si tens ambició i no tens recursos, ves-hi depressa i no perdis temps; si ets treballador i no tens feina, prova d’anarhi, que potser en trobaràs; si t’agraden les aventures y jugarte la sort de la vida, i, aquí caic, aquí m’aixeco, arribar a ser molt ric o molt miserable, pren el primer barco que surti; si tens idees pera explotar i fantasies pera resoldre, no perdis el temps: ves-hi tot seguit, que allí trobaràs qui t’escolti, i t’obri crèdit, i t’encoratgi, per nou que sia lo que portis i fantasiós lo que projectis; ara si ets d’aquells que s’anyoren de viure sols en una planura, o indiferents en una gran vila, queda-t a casa a vora de l’horta; i si fossis, per dissort, dels que necessiten, pera viure, allò que’n diem tradició, parets am molça, catedrals amb eura, caboires d’art, recons de bellesa, espiritualisme, estètica, tot lo que no’s ven ni’s compra, lliure-cambi d’emosions i proteccionisme d’ideals, tarda un xic, a anar-hi; no duguis pressa, i, sobre tot, un darrer concell: si no vols contribuir a enxiquir la teva terra, i et veus obligat a emigrar, lliura-t, un cop sies allí, de la temptació de tantes dònes hermoses i amb ulls de foc que trobaràs pel camí, i no’t casis, perquè si tens fills, et sortirant tan argentins, que no’s recordaran mai més de la patria dels seus pares.[27]



Això últim és una cosa que li va sobtar molt a en Rusiñol, la quantitat de banderes que hi havia per tot arreu, la quantitat de vegades que posaven l’himne, i el respecte que tothom mostrava per ell, malgrat ser-hi la immensa majoria nous vinguts.[28]



6. Conclusió.



Certament Del Born al Plata no és pas un llibre deferent i benèvol ni tampoc en la seva lectura trobem cap mena de lloança o justificació de les formes de comportament dels immigrants o els nadius criolls. De Born al Plata és una crònica de la realitat vista amb uns ulls crítics i escèptics. Al meu entendre, pretén ser objectiu, però no ho aconsegueix, potser la enyorança, con diu Pla, de filla, dona i amics, les muntanyes de Montserrat, el paisatge del Garraf, el poble de Sitges amb les seves cases pintades de blanc, les inacabables tertúlies de matinada que a ell li agradaven tant o simplement badar (clar què quan se té diners, és més fàcil badar). No ho sabem, però pels seus comentaris podem pensar que quan Rusiñol pujà al vaixell per tornar cap a Barcelona, es va sentir alliberat.













7. Bibliografia:



· .Pla, J. (1970). Tres artistes. Santiago Rossinyol i el seu temps. Barcelona. E.d Ediciones destino.

· Varis autors: Actes du colloque internacional 14-15 Janvier 1993. (1994). Santiago Rusiñol et son temps. Université de Paris-Sorbonne (Paris IV) Centre d’Éstudes Catalanes.

· Varis autors: Viatge a l’Argentina del Centenari. (2010) Barcelona. E.d, Fundació Casa Amèrica Catalunya. Conté : Rusiñol, S. Del Born al Plata; Lluís i Vidal-Folch, A. Viatge a l’Argentina del Centenari; Coll Mirabent, I. Cap a Amèrica.

· Bellido Gant, Mª Luisa. Carmen de Burgos (Colombine) y sus “males impresiones de Argentina (1913) en el marco de los intelectuales viajeros espanyoles. Universidad de Granada.

www.ugr.es/~mbellido/PDF/009.pdf

· Cagiao Vila, P. (2010). Cuestiones españolas en la celebración del Centenario argentino de 1910. XIV Encuentro de Latinoamericanistas Españoles: congreso internacional, Sep. 2010, Santiago de Compostela, España. Universidade de Santiago de Compostela, Centro Interdisciplinario de Estudios Americanistas Gumersindo Busto; consejo Español de Estudios Iberoamericanos, pp. 365-381, 2010.

https://halshs.archives-ouvertes.fr/halshs-00529671/document

· Casacuberta Rocarols, M. Santiago Rusiñol, narrador. Universitat de Girona.

taller.iec.cat/OCSR/documents/Casacuberta.pdf




















[1] La Escena Catalana, núm. 179 del 12 de març de 1910, Barcelona.


[2] Ariadna Lluís i Vidal-Folch, (2010). Viatge a l’Argentina del Centenari, Viatge a l’Argentina del Centenari.Barcelona. Ed. Fundació Casa Amèrica Catalunya. p. 39


[3] Isabel Coll Mirabent, (2010). Viatge a l’Argentina del Centenari, Cap a Amèrica. Barcelona. Ed. Fundació Casa Amèrica Catalunya, pp. 44-45. Part dels Discursos recollits a La Vanguardia 15 de març 1910, també recollits íntegrament el discurs d’en Rusiñol per Miquel S. Oliver en De Barcelona Crónicas fugaces, en La ilustración artística, 28 de març 1910, p.202; i d’aquest últim discurs també es fa ressò La Vanguardia de 8 de maig 1910, p. 6.


[4] En la primera dècada del S.XX, la Argentina rebia una mitjana de 170.000 nous emigrants. Italians, espanyols, francesos –en cara que en descens–, siris-libanesos i gent d’altres procedències. Veure Pilar Cagiao Vila, (2010). Cuestiones españolas en la celebración del Centenario argentino de1910. XIV Encuentro de Latinoamericanistas Españoles: congreso internacional, Sep 2010, Santiago de Compostela, España. Universidad de Santiago de Compostela, Centro interdiciplinario de Estudios Americanistas Gumersindo Busto; Consejo Español de Estudios Iberoamericanos. p. 368.


[5] Santiago Rusiñol, (2010) Del Born al Plata. Barcelona. Ed. Fundació Casa Amèrica Catalunya, Cap. I, p. 97.


[6] Juan Mas i pi, (1910). Ideas y Figuras, Santiago Rusiñol en Buenos Aires. Núm. 31, 16 d’abril de 1910. Aquest article es va reproduir en la revista La Escena Catalana, (1910). Núm.193, 18 de juny de 1910.


[7] A Buenos Aires va anar per la celebració Centenari una delegació de la corona Espanyola, encapçalada per la Infanta Dña. Isabel de Borbó tieta del Rei Alfons XIII. També varen anar intel·lectuals de la península Iberica com Ramón María del Valle-Inclán, Vicente Blasco Ibáñez, Jacinto Benavente o Rafael Altamira. També intel·lectuals i polítics Europeus Com Anatole France o Georges Clemenceau, entre altres. Cientifics com Albert Einstein o Guillermo Marconi.


[8] Josep Pla, (1970). Tres artistas. Santiago Rossinyol i el seu temps. Barcelona. Ed. Destino. p. 545.


[9] Santiago Rusiñol, Del Born al Plata, Cap. XIV. pp. 130-131


[10] Ibid, Cap. XVII. p. 139.


[11] Ibid, pp. 140-141


[12] Ibid, Cap. XVIII. pp. 142-143.


[13] Isabel coll Mirabent, Viatge a l’Argentina del Centenari, Cap Amèrica, p. 69-71. Cartes estretes del fons de Norman Cinnamond (besnéta), la primera carta no he pogut datar-la, la segona és en data de 30 de maig de 1910, totes dues dirigides a Lluïsa Denís.


[14] Carmen de Burgos Seguí, Impresiones de la Argentina, discurs llegit en el Salón de Actos del Circulo Mercantil e Industrial de Almeria, la tarda del 2 de desembre de 1913. Arran de un viatge realitzat per la escriptora a la Argentina.


[15] Ibíd., p. 7.


[16] Ibíd., p. 35.


[17] La Escena Catalana, núm. 212, 29 d’octubre de 1910.


[18] Carta de Rusiñol a Miquel Utrillo. Arxiu de la família Rusiñol. Cedida per Norman Cinnamond.


[19] Salvador Bonavia, Teatre Catalá, Els nostres artistas en l’intimitat, S. Rusiñol. Núm. 058 del 5d’abril 1913. pp. 223-224.


[20] Josep Pla, Tres artistes. p. 419-420


[21] Ibídem, p. 547.


[22] Parva Domus Magna Quies o Parva Domus, és una associació civil cultural i recreativa amb seu en el barri de Punta Carretas de Montevideo. Autoproclamada una república independent, va ser fundada per José Achinelli el 25 d’agost de 1878. https://es.wikipedia.org/wiki/Parva_Domus


[23] Urug: disbarat, engany. Argent: Regal de poc valor o importància. es.thefreedictionary.com/macanas


[24] Santiago Rusiñol, Del Born al Plata, Cap. L. pp. 261-263


[25] Josep Pla, Tres artistes, p. 344


[26] Veure Margarida Casacuberta, (1993). Santiago Rusiñol et son temp. Santiago Rusiñol contra el Noucentisme: el glosari de Xarau (1907-1925). Université de Paris-Sorbonne (Paris IV) Centre d’Estudes Catalanes. Actes du Colloque internacional. pp. 85-86


[27] Santiago Rusiñol, Del Born al Plata. Cap. L. p. 265


[28] Ibíd. Veure el Cap. XIX. pp. 146-147