LA LINGÜÍSTICA EN LA ANTIGÜEDAD (GRECIA Y ROMA)
INTRODUCCIÓN
Tal vez lo más característico de la vida humana sea la
omnipresencia del lenguaje. El universo lingüístico nos envuelve de tal forma
que no podemos salir de los límites que nos impone. No podemos observar desde
fuera porque el más allá del lenguaje es imposible; lo posible y comunicable lo
es desde el lenguaje.
El lenguaje es un
elemento constitutivo de la intersubjetividad y de la vida social.
La primera cuestión que se plantean en la Antigüedad es
como hacerlo durar y perdurar, por ello empezaron a dejar rastros de escritura
en cerámica en tabletas de madera o cera, más tarde apareció el papiro y el
pergamino al principio estas inscripciones eran más de carácter administrativo
que literario. El lenguaje es un instrumento excepcional para el paso de
información, pero era necesario hacerlo también instrumento de almacenaje de
información. Información que no estaba en el ADN sino que había sido adquirida
por los hablantes.
LA LINGÜÍSTICA PRECIENTIFICA
La lingüística como ciencia autónoma, con sus propios
métodos y objetos de estudio, no se consideró hasta el S.XIX.
En la fase precientífica fueron frecuentes las las
reflexiones idiosincráticas y filosóficas sobre la naturaleza convencional o
arbitraria de las lenguas, su superioridad o perfección o sobre su origen;
claro que estas preguntas no pueden ser
respondidas en el marco de la lingüística precientífica, por lo que no pasaron
de especulaciones razonables o de reflexiones valiosas pero no científicas; por
ejemplo había la creencia que los climas eran responsables de la diversidad
lingüística, las lenguas del norte aptas para la filosofía y la ciencia; las
lenguas del sur aptas para el teatro y decir mentiras.
EL MUNDO GRIEGO
La primera investigación sobre
el lenguaje, en el sentido estricto, la lleva a cabo los viejos retóricos (la
retórica arte de persuasión mediante la palabra). La palabra era un arma
destinada a influenciar en el pueblo, delante un tribunal, en una asamblea
pública o también en un elogio o el panegírico.
Gorgias, el sofista (profesores de retórica o pensadores a
sueldo) afirmaba que quien poseía la palabra poseía una espada.
La especulación sobre el lenguaje empezó esporádicamente
entre los retóricos presocráticos. Se discutían funciones fundamentales, hasta
qué punto el lenguaje era “natural” o “convencional” y hasta qué punto
analógico (estructurado y ordenado por reglas) y hasta qué punto es anómalo
(variable, irregular e impredecible).
Ya Platón (428-348 aC) reflejó este problema en el dialogo
Crátilo, lo cual quiere decir que Sócrates ya se interesó por estas cuestiones.
En el dialogo se preguntaba si la investigación sobre la
forma y el significado de las palabras constituían una vía de conocimientos.
¿Las palabras eran un regalo del “Donante” de los nombres
que otorgaba las designaciones correctas a las cosas y en este caso son
inmutables? o ¿más bien las palabras han surgido de un pacto entre los
hablantes? Platón en el Crátilo introduce el método etimológico, aunque de una
manera intuitiva; intentó buscar correspondencias entre el sonido de las
palabras y el significado, así las palabras con sonidos suaves hacen referencia
a significados suaves y las palabras con sonidos ásperos hacen referencia a
significados ásperos, pero abandona esta idea, porque dice que los poetas con
sus artes y el pueblo con su descuido han roto el hilo con los Dioses y la
palabra no puede constituirse una vía de conocimiento.
Aristóteles (384-322 aC) afirma que los signos
lingüísticos son arbitrarios y no una herencia divina; habla de este tema en la
obra retórica y poética.
A pesar del interés de Platón y Aristóteles por las
cuestiones lingüísticas fueron los filósofos estoicos los primeros en reconocer
a la lingüística como una rama separada de la filosofía.
En la época helenista se plantea el problema interesante
sobre la irregularidad (caos) o la regularidad (cosmos) de la lengua, un
problema que incidió en estudio de la gramática y en la constitución de las
partes de la oración.
En el S.III y II antes de nuestra era en los centros
culturales de Pérgamo (Asia Menor actual Turquía) y Alejandría (Norte de
Egipto), acogieron a los filósofos estoicos
(Corriente filosófica que concibe el destino como
prefijado, y a él hay que resignarse viviendo acorde con la naturaleza) Crisipo
de Solos (Cicilia en la península de Anatolia) y Crates de Tebas (Grecia) y a
los filólogos alejandrinos Aristarco y Dionisio de Tracia para regular la
lengua griega, pensaron que el estudio de la lingüística era necesario ya que
el imperio de Alejandro Magno era muy
extenso y dentro se hablaba lenguas muy diferentes; por ello crearon el instituto
de enseñanza de la lengua griega (la lengua del imperio), como medio de
cohesión y dominio de los pueblos bajo la influencia griega.
Dionisio de Tracia pública la primera gramática occidental
con el título “Téchnê gramatiké” o
Arte gramatical. Es una obra muy breve, de unas quince páginas, donde habla de
las partes de la oración, conclusiones que han variado muy poco y algunas de
estas definiciones llegando inalterables a nuestros días.
Las ocho partes en que divide la oración son: nombre,
verbo, participio, artículo, pronombre, preposición, adverbio y conjunción.
MUNDO ROMANO
La herencia griega fue decisiva en el trabajo de los
gramáticos Romanos. Había semejanzas entre las dos lenguas tanto tipológicas
como lexicales, tanta similitud había que se llegó a difundir la idea errónea
que el latín descendía del griego con alguna mezcolanza bárbara. Los griegos y
latinos tuvieron abundantes contactos con los Persas Antiguos, con cuya lengua
también tienen semejanzas léxicas y gramaticales, pero nunca llegó a
establecerse un origen común del Persa, griego y latín.
Marco Terencio Varro (116-27 aC) destacó por sus aportes
originales, hizo un profundo análisis de la lengua latina, de la que investigo
la gramática, su historia y su uso contemporáneo. Trató la cuestión sobre el
lenguaje en general, como la controversia entre analogía y anomalía. Llegó a la
conclusión de que el lenguaje es análogo, está gobernado por reglas y la tarea
del gramático es descubrir y clasificar estas reglas; existen anomalías, pero
son semánticas o gramaticales – dice – “estas deben aceptarse y registrarse,
no corresponde al gramático tratar de
mejorar la estructura de la lengua desafiando el uso establecido”. Esta opinión
era bastante revolucionaria, teniendo en cuenta
las ideas preconcebidas de la época o el gusto por las formas cultas,
literarias o arcaizantes de la lengua; considerar que el mejor modelo de la
lengua es el propio uso cotidiano rompía todas las estructuras culturales de la
época.
Ya en la era cristiana aparecieron nuevos gramáticos que
se constituyeron autoridades en la época medieval, especialmente Elio Donato
(S.IV) y Prisciano Caesariensis (S.V-VI) este último tuvo influencia de
escritores como Virgilio, Horacio, Cicerón, Ovidio, Lucano, Terencio, etc., de
los cuales explicaba sus textos, escribió un tratado de gramática Institutiones Gramaticae (Fundamentos de Gramática). Donato escribió una obra
breve De octo partibus orationes ars
minor (Tratado elemental de las ocho partes de la oración) fundamento del Trivium o primer nivel en los estudios
medievales.
VOCABULARIO
Gramática: del latín grammatica y hace referencia al arte de
dominar una lengua de un modo correcto.
Lengua: conjunto o sistema de formas o signos orales y escritos
que sirven para comunicación entre personas de una misma comunidad lingüística.
Lenguaje: es el medio de comunicación de
los seres humanos, quien usamos signos orales y escritos, sonidos y gestos que
poseen el significado que le hemos atribuido.
Lingüística: termino que deriva del
francés linguistique, y es la ciencia
que estudia la naturaleza y las pautas
que rigen el lenguaje.
BIBLIOGRAFÍA
Historia de la lingüística (J. Tusón).
Sebastià Serrano, La lingüística: su historia y su
desarrollo.
Wikipedia, la enciclopedia libre.
Definición.De
Diccionario de la RAE.
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