miércoles, 5 de junio de 2013
Mis visitas al Hospital. 1
La primera visita al hospital fue en Málaga, cuando me operaron de las amígdalas. No lo recuerdo muy bien -yo tenía tres años-, a mi hermana también la operaron de lo mismo -antes se quitaban las amígdalas por nada-.
Lo que recuerdo del Hospital de Málaga, era cuando me sacaban sangre, que como estaba tan delgado lo hacían del cuello en vez del brazo, me ponían cabeza abajo sujetado por una enfermera, y mientras la otra me sacaba la sangre.
Al día siguiente de volver de Málaga, recuerdo que chispeaba y me fui a la calle, mi hermana Reme que estaba a mi cuidado recibió una bronca de mi madre por permitir que estuviera en la calle -ya digo que los tiempos eran diferentes-.
La segunda vez que fui al hospital tenía diez años y me operaron de una criptorquidia -un testículo fuera del escroto, estaba en la ingle- y una hernia inguinal.
Me ingresaron un martes por la tarde, mi madre fue la única que me acompañó al ingreso. Me pusieron en una habitación individual. Cuando llegó las siete de la tarde mi madre se fue y me dejó sólo, es cierto que no me habían operado todavía y que había una madre que conocimos en el hospital, que tenía a su hijo ingresado, por cierto esta Sra. me dejó unas zapatillas y una bata, porque yo no tenía. Cuando le dieron el alta al niño se las devolvimos.
Por la mañana cuando me desperté, al estar sólo, me entró pánico. Hacia las nueve llegaron mis padres y al poco me bajaron al quirófano -fui andando-, esperé junto a mis padres, sentado en el pasillo, delante de la puerta del quirófano. Una enfermera iba saliendo de vez en cuando, con la bata manchada de sangre, creí morirme. Cuando me llamaron, entré y me dijeron que estuviera tranquilo, que me pusiera unas bolsas en las zapatillas…Las piernas me temblaban, no sé cómo me aguantaba de píe.
Luego me tumbaron en una camilla y cuando desperté estaba en mi habitación con mis padres. Esa primera noche se quedó mi madre conmigo y por la mañana se fue, volvió por la tarde hacia las cinco, para pasar otra noche conmigo.
Al día siguiente me cambiaron de habitación, me pusieron con un chico joven que habían operado de un forúnculo -un quiste sacro- era también de St. Celoni y ya mi madre no se quedó más noches conmigo.
En la operación me habían cosido el testículo al muslo mediante un botón, lo que hacía que tuviera la pierna encogida, y a pesar que me dijeron que no me levantara, cuando tenía que ir al lavabo, me levantaba y a píe cojo dando saltitos iba
Estuve un total de nueve días en el hospital –los últimos tres mi compañero de habitación era un anciano que se pasaba el día dormido-.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario